Teresa Morales, fisioterapeuta en la unidad de daño cerebral: "La movilización temprana tras un ictus es la clave para recuperarse"

Tras una lesión cerebral como un ictus, la vida cambia por completo. Acciones cotidianas como moverse, hablar, pensar o recordar se convierten en un desafío. En este escenario, la rehabilitación es un proceso fundamental. La fisioterapeuta Teresa Morales, del equipo de la unidad de daño cerebral del grupo Ribera en Cartagena, explica que su labor es ayudar a los pacientes a "reemprender la vida" y recuperar la máxima autonomía posible. La unidad de daño cerebral es, en palabras de Morales, "un espacio donde acompañamos a las personas que han sufrido una lesión en el cerebro para ayudarlas a recuperar la máxima autonomía posible". Para ello, disponen de un equipo multidisciplinar que trabaja de forma conjunta, formado por un neuropsicólogo, una neurologopeda, la terapeuta ocupacional y el fisioterapeuta especializado en neurorehabilitación. Como fisioterapeuta, el trabajo de Morales se centra fundamentalmente en el movimiento, el equilibrio, la marcha y la postura, siempre desde un enfoque global. El perfil más habitual de paciente es el de personas que han sufrido un ictus, que a día de hoy "es una de las primeras causas de discapacidad en la persona adulta". También atienden casos de traumatismo craneoencefálico, tumores cerebrales o enfermedades neurodegenerativas. Teresa Morales subraya que empezar a moverse cuanto antes es un factor determinante. "Para mí, la movilización temprana es muy importante", afirma. Explica que moverse pronto y de forma segura no solo previene complicaciones, sino que favorece la recuperación cerebral. Según la experta, "al final es enviar al cerebro el mensaje de que hay que empezar a trabajar". Cuanto antes se inicie el proceso, "más oportunidad de recuperación va a tener el paciente". El cerebro posee la capacidad de reorganizarse y reaprender, un fenómeno conocido como neuroplasticidad. En la rehabilitación, a veces se recuperan funciones perdidas y, en otras, "se aprenden estrategias para compensar". El objetivo final, en cualquier caso, es siempre el mismo: "recuperar la máxima independencia y, sobre todo, mejorar la calidad de vida". No hay dos sesiones de rehabilitación iguales, ya que se trabaja con objetivos concretos adaptados a cada paciente. Una de las primeras preguntas que Morales hace a quienes llegan a la unidad es: "¿Qué es lo que más te preocupa?". Este enfoque busca que el paciente participe activamente, entienda lo que hace y por qué lo hace, dando así más sentido a la terapia. En este complejo proceso, la actitud del paciente y el apoyo de su entorno son cruciales. "La motivación es un motor en este tipo de tratamientos", asegura la fisioterapeuta. "Cuando el paciente cree en el proceso, el cuerpo siempre responde mejor". El apoyo y la paciencia de la familia y de todo el equipo que acompaña al afectado marcan una diferencia fundamental en el camino hacia la recuperación. La labor de profesionales como Teresa Morales en la Unidad de Daño Cerebral del Grupo Ribera es un ejemplo de cómo la combinación de conocimiento, un enfoque multidisciplinar y un trato cercano son esenciales. Su trabajo no solo se centra en la recuperación física, sino también en el acompañamiento a pacientes y familias para reconstruir un proyecto de vida tras una lesión cerebral. La Unidad de Daño Cerebral del grupo Ribera, ubicada en la calle Garellano de Cartagena, continúa desarrollando su campaña de visibilización “Contigo paso a paso” y muestra la experiencia entre Teresa y Ricarda durante el trabajo de rehabilitación. Una historia que pone de relieve la importancia del acompañamiento emocional, el trabajo en equipo y la red de apoyo familiar y profesional en un proceso de recuperación con avances, retos y posibilidades reales de mejora. En España se producen alrededor de 120.000 ictus al año, fallecimientos, con 25.000 que lo convierte en la primera causa de discapacidad en adultos. Además, la Unidad atiende a personas con traumatismos craneoencefálicos derivados de accidentes de tráfico o caídas, tumores cerebrales, enfermedades neurodegenerativas y otros daños neurológicos adquiridos que pueden aparecer de forma inesperada y a cualquier edad. La Unidad de Daño Cerebral de Ribera en Cartagena, en funcionamiento desde 2015, ofrece una atención integral y coordinada a personas con daño cerebral adquirido en la comarca, gracias a un equipo multidisciplinar formado por neuropsicólogos, fisioterapeutas, logopedas y terapeutas ocupacionales. La campaña “Contigo paso a paso” pone en valor el trabajo de todas las áreas de la Unidad a través de vídeos documentales, entrevistas y contenido divulgativo, con el objetivo de visibilizar el impacto real de la rehabilitación, reconocer el compromiso de los profesionales y acompañar a las personas que atraviesan un proceso de daño cerebral. Un camino que, como recuerdan desde la Unidad, se recorre mejor acompañado.