La D.O.Ca. Rioja ha decidido apostar con fuerza por la diferenciación en los vinos espumosos de calidad. Aunque en la región se elaboran burbujas desde hace décadas, en 2017 el Consejo Regulador aprobó una nueva normativa para crear una categoría propia de espumosos de calidad. Este movimiento, basado en el prestigioso modelo de Champagne pero con la personalidad del terruño riojano, busca explotar un potencial que hasta ahora estaba limitado por la convivencia con la D.O. Cava en parte de su territorio. El enólogo Rafael Vivanco de Bodegas Vivanco, quien lideró el equipo técnico que desarrolló la nueva normativa, explica que el objetivo era poder utilizar las variedades autóctonas y únicas de la región. "Perdíamos todo el potencial de diferenciación usando esas variedades nuestras y únicas, pues como la maturana blanca, el tempranillo blanco, el turruntés... el mazuelo, por ejemplo, que tampoco está autorizada en Cava", señala Vivanco. A esto se suma la frescura de las zonas altas de Rioja Alta y Rioja Alavesa, con subsuelos calizos que aportan "una mineralidad, una salinidad que ha hecho grande, por ejemplo, en su día a los champagne". El espíritu innovador de Rafael Vivanco le ha llevado a ser pionero con el lanzamiento del primer espumoso rosado reserva de la D.O.Ca. Rioja. Se trata de un vino singular elaborado con un 90% de garnacha tinta de viñedos viejos y un 10% de mazuelo, una variedad no permitida en Cava. Según el enólogo, la garnacha aporta un "lado goloso, esa fruta roja, ese nervio en boca", mientras que el mazuelo le da "notas de flores más azules y sobre todo un poco más de tanino que le va a hacer que el cuerpo esté más armado". Esta estructura permite que el vino pueda acompañar en la gastronomía más allá del aperitivo, con maridajes como "un cochinillo, con un cordero asado o con un salmón al horno", según propone Vivanco. El proceso de elaboración se realiza mediante el método tradicional, con una segunda fermentación en botella y una selección muy cuidadosa de la uva de viñedos propios. La producción es todavía limitada, con 3.000 botellas del rosado y 13.000 del blanco, pero el objetivo es claro: "luchar contra ese prestigio de champán y de otros lugares" con un producto diferencial y de alta calidad. Unos espumosos que han alcanzado un gran prestigio internacional de la mano crítico Tim Atkin que les ha otorgado 91 puntos https://vivancoculturadevino.es/es/bodega/premios/. Bodegas Vivanco está situada en Briones, enclave privilegiado de La Rioja Alta, en las estribaciones de la Sierra de Cantabria y a orillas del río Ebro. Una zona de suave microclima y extraordinarios suelos arcillo-calcáreos. Alrededor de la bodega encontramos la Finca El Cantillo, que recibe ese nombre por la cantidad de cantos rodados en el suelo. El Tempranillo es la variedad fundamental, pero no la única. En este viñedo también podemos encontrar otras variedades que utilizamos en nuestros vinos: Graciano, Garnacha, Mazuelo, Viura, Malvasía, etc. La bodega, subterránea, es funcional y estética. El edificio se realizó bajo el suelo con el objetivo de eliminar la menor parte posible de viñedo y para minimizar el impacto ambiental a favor de la conservación del paisaje. Al hacer la bodega subterránea, también se lograba favorecer unas condiciones de temperatura y humedad equilibradas de manera natural todo el año, imprescindibles para la buena conservación y crianza del vino en barrica o en tino de roble. El espíritu vitivinícola y pionero de Rafael Vivanco se ve reflejado, además de en sus vinos, en la experimentación e investigación sobre diferentes métodos de cultivo y de elaboración, en la utilización de variedades minoritarias o en la crianza en roble de diversas procedencias.