La Hermandad de la Presentación al Pueblo de Cañero ha vivido cuatro años de anhelos y trabajo constante que finalmente han dado su fruto más esperado: la incorporación a la nómina del Lunes Santo. Su hermano mayor, José Ángel Cervera, ha expresado la enorme alegría de la cofradía, un logro que considera obra "del Señor, que es el que abre las puertas". Lejos de atribuirse el mérito, Cervera ha agradecido la colaboración de "todas las hermandades" y el apoyo de las dos últimas juntas de la Agrupación de Cofradías. "Han sido cuatro años de sufrimiento, cuatro años de ilusiones que muchas veces se rompían", confiesa, recordando las lágrimas de emoción de algunos hermanos al conocer la noticia. Ahora, el objetivo es claro: "hacer la estación de penitencia lo más digna, lo más cristiana posible, y por supuesto, que sea para bien de nuestra ciudad". La hermandad ya tiene una propuesta de horario y recorrido para su primera estación de penitencia en la carrera oficial. Saldrán en segundo lugar, justo detrás de la Hermandad de la Merced, cuyo hermano mayor, Pablo, fue uno de los primeros en felicitarles. La hora de salida propuesta es a las 16:15 h, con una llegada a la carrera oficial sobre las 18:45 h y una entrada en el templo en torno a la 01:15 h, un horario muy similar al que tenían en el Sábado de Pasión. El recorrido de ida se mantendrá, pero el de vuelta presentará cambios significativos al entrar en el plan de Semana Santa del Ayuntamiento, discurriendo por San Francisco, Capitulares y el Realejo. Aunque se ha propuesto la calle María Auxiliadora, la hermandad solicitará pasar por la calle Cristo del Calvario, "una calle bonita, muy cofrade, muy recogida", para salir al templo del Rescatado antes de volver a su barrio de Cañero. Esta nueva etapa trae consigo un importante cambio en el acompañamiento musical. La banda de la Redención, que hasta ahora acompañaba al misterio, procesiona con su propia hermandad el Lunes Santo, lo que ha llevado a la cofradía a tomar una nueva dirección. La elegida es la Banda de Cornetas y Tambores de la Elevación, de Campo de Criptana (Ciudad Real), una formación con la que Cervera tiene un vínculo especial desde que la trajo al Salón Cofrade hace más de veinte años. Este cambio supone una vuelta a los orígenes, ya que la hermandad intentó fundar en sus inicios una banda de cornetas y tambores. A pesar de la "dolorosa" despedida de Redención, con cuyo director existe una gran amistad, la junta ha apostado por un estilo que consideran una de las mejores propuestas musicales que llegarán a Córdoba en Semana Santa. Más allá del Lunes Santo, el gran proyecto que ilusiona y ocupa a la hermandad es la futura imagen de su titular mariana, Nuestra Señora Reina del Cielo y Misericordia. Para José Ángel Cervera, es "la espinita que tengo en el corazón". Con una profunda convicción, afirma que "ser cofrade, no ser Mariano, es no ser cofrade", y explica que la devoción a la Madre de Dios es una petición constante en el barrio. El imaginero elegido para esta obra es el prestigioso escultor sevillano Darío Fernández, quien nunca antes ha realizado una imagen para la Semana Santa de Córdoba. El encargo es un desafío catequético y artístico. Cervera ha pedido una Virgen que refleje la madurez de una mujer de unos 48 años, la edad que se calcula que tenía María en la crucifixión, para guardar coherencia con el imponente misterio de la Presentación al Pueblo. "Si yo pongo una virgen, vamos a decir, entre comillas, niña, muy dulce, ¿qué catequesis doy yo en la calle? Parecería su hermana menor", reflexiona. La instrucción al escultor fue clara: buscar la unción y el dolor de una madre ante la inminente muerte de su hijo. Como referentes, se han puesto sobre la mesa devociones cordobesas como las Angustias o los Dolores, y sevillanas como la Amargura, buscando crear "un estilo de virgen mayor, más señora". Como primicia, Cervera ha desvelado que en marzo o abril viajarán a Sevilla para ver el primer boceto en barro de la imagen, que se espera para la Cuaresma de 2027. Cervera es consciente del riesgo que supone apostar por un modelo de dolorosa alejado de los cánones de belleza más juveniles y asume la responsabilidad con total honestidad. "Lo comparto con vosotros, el miedo que tengo como hermano mayor. Si sale bien, qué bien lo hemos hecho, que esto lo decidimos en junta. Si sale mal, que sea la cruz del hermano mayor", ha sentenciado, añadiendo: "La culpa la tiene Ángel, pero yo me pongo en manos de ella, y bien o mal, lo hemos hecho con corazón y con conciencia". El otro gran proyecto de la hermandad, la construcción de una puerta lateral en su sede, el templo de San Vicente Ferrer, también ha dado un paso de gigante. Cervera ha anunciado otra primicia: el Ayuntamiento de Córdoba ha aprobado por unanimidad de todos los grupos políticos declarar el templo como edificio singular. Este trámite era fundamental para desbloquear un proyecto que se inició en 2018 y que se ha visto ralentizado por la doble protección arquitectónica que afecta tanto a la iglesia como al barrio de Cañero en su conjunto. "Fijaros la de proyectos, contraproyectos, alegaciones que se han hecho, mejoras que se han hecho, y justamente recientemente se ha aprobado", celebró el hermano mayor. Una vez superado este escollo, el expediente se enviará a la Gerencia de Urbanismo para su publicación en el boletín oficial y, posteriormente, poder solicitar la licencia de obra definitiva. Aunque prefiere no dar fechas exactas, José Ángel Cervera se muestra optimista y cree que la nueva puerta podría ser una realidad "a finales de esta junta de gobierno, principios de la que entra", justo cuando la hermandad celebrará elecciones en unos nueve meses. Una noticia que, junto a la llegada de la futura Virgen, marca un horizonte ilusionante para la cofradía de Cañero.