Las elecciones autonómicas anticipadas de Aragón, convocadas para el próximo 8 de febrero, abren un escenario político poco habitual en la comunidad. Más allá del duelo entre Partido Popular y Partido Socialista con Azcón (actual presidente) y Pilar Alegría (principal alternativa) disputándose la presidencia, el adelanto electoral ha activado a una serie de fuerzas políticas que aspiran a ganar el espacio del voto alternativo y a tener un mayor peso en unas Cortes fragmentadas. VOX, el Partido Aragonés, Aragón Existe y una posible coalición de izquierdas emergen como actores clave en esta campaña exprés. Uno de los focos estará puesto en VOX, que previsiblemente concurrirá con Alejandro Nolasco como cabeza de lista. El actual portavoz del partido en las Cortes ha sido una figura central en la oposición al Gobierno autonómico y ha mantenido una posición de confrontación directa tanto con el PP como con el PSOE. VOX llega a estas elecciones con la intención de consolidar su crecimiento electoral y convertir su discurso en una alternativa dura frente al autonomismo tradicional y a las políticas de consenso que han marcado la política aragonesa en los últimos años. Nolasco fue durante un año vicepresidente de Aragón tras apoyar a Azcón en su investidura en 2023. La coalición se rompió en el verano de 2024 por las exigencias de VOX en materia migratoria. En un registro muy distinto se sitúa el Partido Aragonés (PAR), que podría apostar por Alberto Izquierdo para liderar su candidatura. El PAR busca recuperar protagonismo tras varios años de retroceso electoral, reivindicando su papel histórico como fuerza aragonesista, moderada y centrada en la defensa de los intereses propios de la comunidad. La formación confía en atraer a un electorado que rechaza la polarización y valora los acuerdos transversales, en un contexto político cada vez más tensionado. El PAR lleva apoyando a Azcón desde 2023, lo que le ha valido para ostentar varias direcciones generales del actual ejecutivo. Anteriormente, el PAR también formó parte del gobierno socialista encabezado por Javier Lambán hasta las elecciones de mayo de 2023. En estas próximas elecciones del 8 de febrero, también tendrá un papel relevante Aragón Existe, la marca autonómica vinculada al movimiento de la España vaciada derivada del movimiento Teruel Existe. Con Tomás Guitarte como principal referente, la formación vuelve a poner el foco en el desequilibrio territorial, la despoblación y la falta de inversiones en amplias zonas del territorio. Su discurso pretende conectar con votantes que perciben las elecciones anticipadas como una consecuencia de la política de bloques y no como una respuesta a los problemas reales de Aragón. En el espacio progresista, una de las incógnitas de la campaña será la posible coalición entre Podemos, Chunta Aragonesista e Izquierda Unida. Aunque las negociaciones no están cerradas, la idea de concurrir unidos gana fuerza ante el riesgo de dispersión del voto de izquierdas. En ese escenario, el nombre de Jorge Pueyo, diputado de CHA en el Congreso y una de las caras más reconocibles del aragonesismo progresista, aparece como una opción con capacidad para liderar una candidatura conjunta que aspire a superar las barreras electorales y disputar escaños clave. Con plazos ajustados y una campaña breve, estas elecciones anticipadas se presentan como una oportunidad para medir la fortaleza de las alternativas políticas en Aragón. Más allá de quién gobierne, el resultado del 8 de febrero puede redefinir el peso de las terceras vías en una comunidad acostumbrada a que los equilibrios parlamentarios dependan, cada vez más, de fuerzas distintas al bipartidismo tradicional.