Detrás de un suceso luctuoso hay personas con nombres, apellidos y familia. Y eso nos lleva a saber, este miércoles, algo más sobre el chico que murió en A Coruña este fin de semana tras una apuñalamiento mortal en el Parque de Santa Margarita. Se llamaba Dina Faye y, con 20 años, había vivido en condiciones muy duras que estaba superando. Un hombre de 46 años, que pernoctaba en las mesas del parque, acabó con su vida tras una disputa y ha ingresado en prisión por homicidio. Ahora, sabemos también que Dina tenía una familia que le llora, y que ha iniciado una campaña para repatriar a Senegal el cadáver. Un primo del fallecido encabeza una recogida de fondos para poder enterrar al chico en su tierra natal. Desde la ONG Ecodesarrollo Gaia conocían al fallecido y les consta esta recaudación de fondos por parte de este familiar, que también vive en A Coruña. Es algo muy habitual, hasta “sagrado” en las comunidades migrantes cuando hay una tragedia que sacude a la familia, según explica Guillermo Fernández-Obanza, responsable de la entidad. “Todo el resto de la comunidad y la gente que quiera ayudar contribuye a pagar los gastos del envío del cadáver a a su a su casa, a su patria”, explica. Para zanjar dudas, se muestra “estoy plenamente seguro de que es un proceso absolutamente fiable, de que los gastos van a ser controlados por un primo, un pariente suyo, que también conozco”. Si se recauda más de lo necesario para los actos fúnebres, se entrega a la familia directa. En concreto, el fallecido tenía “una hermanita pequeña y otra hermana que tiene unos 20 y pico años”. A este cooperante no le cabe ninguna duda de que “la comunidad senegalesa, desde luego, va a responder como responde siempre”. Quien organiza la colecta es un pariente que “ se crió prácticamente en la familia del chico” Y es que Dina no tenía padres, y a la tragedia de quedar huérfano tan joven, se suma la dureza su vida. Llevaba un tiempo en A Coruña, donde pasó momentos duros. Había vivido en la calle y dormido, precisamente, en el Parque de Santa Margarita, pero “en la actualidad vivía en buenas condiciones”. El problema surgió cuando “fue a visitar a la gente donde vivía anteriormente y hubo un incidente” “La inmigración, lo sabemos bien aquí, en Galicia, no es un derecho, es un revés, es un revés. Y se producen circunstancias que algunas personas no son capaces de asimilar”, reflexiona. En este caso, “parece ser que fue víctima de una persona desajustada, vamos a decir. Pero bueno, ocurrió” Y Guillermo no tiene más que buenas palabras para el fallecido, al que describe como un joven “exquisito, amable, correcto, educado, fantástico” que “no era una persona violenta de ninguna forma”. Lamenta este “acto dolorosísimo” pero admite que “la migración es así”. “Todos los años mueren cuatro mil, como él, maravillosos, fantásticos, jóvenes, que vienen aquí única y exclusivamente con un deseo absolutamente noble de proteger a los suyos, de que coman en su casa, de que tengan medicinas su mamá, de que las niñas y los niños vayan al palacio. Esos son los objetivos de la gente migrante”, sentencia. Quien quiera ayudar a la familia lo puede hacer a través de un número Bizum, el 631 75 35 24.