Después de varias asambleas informativas en distintos municipios de la comarca y de diversas concentraciones con la asistencia de centenares de personas -la última, frente a la planta que la empresa Verdalia está desarrollando en Villaluenga de la Sagra-, la Plataforma 'No al biogás en La Sagra' se concentrará a partir de las cinco de la tarde de este jueves en la plaza del Conde de Toledo , donde se ubica el palacio de Fuensalida, sede de la Presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. El objetivo, como en anteriores acciones, es pedir que la Junta paralice el Plan Regional de Biometanización que desde hace un tiempo viene desarrollando con el horizonte fijado en 2030. Se trata de impulsar, a través de plantas repartidas por la región, un nuevo sistema energético basado en el biometano, obtenido a partir de residuos orgánicos procedentes de granjas y otros ámbitos del medio rural. Para los opositores a este plan, su implantación supone un riesgo para los núcleos urbanos , tanto por los posibles malos olores como por hipotéticas contaminaciones ambientales del terreno. De ahí que exijan que estas plantas se sitúen, al menos, a diez kilómetros de distancia de las poblaciones, una condición que, según sostienen, no se cumple en absoluto en el caso de Villaluenga. Precisamente sobre esta cuestión, la empresa Verdalia insiste, en primer lugar, ante ABC en su postura y política de transparencia y de información clara con el entorno, señalando que «muchas de las dudas y recelos tienen que ver con la falta de información suficiente. Sabemos que, con información y escuchándonos todos, las dudas se disipan». En cuanto a la seguridad de este tipo de instalaciones, Verdalia reitera que «la planta de Villaluenga, con un diseño moderno y tecnología de última generación, no tiene impacto ni en el entorno, ni en el medio ambiente ni en las personas», ya que « está diseñada con tecnología de última generación que cumple la legislación actual más exigente» . Añade además que «el funcionamiento de la planta es estanco en todo el proceso: desde camiones cerrados para transportar los residuos, hasta almacenes estancos y sistemas cerrados y presurizados de tratamiento que impiden la emisión tanto de olores como de ruidos molestos para la población». Asimismo, apuntan que, con el sistema empleado, «no es posible la filtración de sustancias al subsuelo ni la contaminación de acuífero s. Además, no se quema nada, por lo que tampoco se emiten humos». Sobre el traslado de residuos, declaran que «el tránsito de camiones con los residuos de granjas y explotaciones agrarias, a una distancia máxima de 25 kilómetros, se realiza en camiones cerrados y por vías alternativas, nunca por núcleos de población».