El fenómeno de las viviendas de uso turístico en Vigo parece haber entrado definitivamente en un nuevo escenario, coincidiendo con el año en el que se ha estrechado el cerco para frenar su proliferación, tanto con medidas a nivel local como por parte del Gobierno central. Los datos actualizados por la Xunta a 1 de diciembre no dejan lugar a dudas, al certificarse que por tercer mes consecutivo se produce una bajada de los alojamientos registrados ante la Administración autonómica, paso imprescindible para poder comercializarse después en las plataformas con el código que emite el Ministerio de Vivienda.