Varios pantanos cordobeses comienzan a desembalsar en diciembre

La Confederación comienza a hacer sitio a la espera de la llegada de más lluvias y ante la buena situación de los pantanos de la provincia Este miércoles, el embalse cordobés de Sierra Boyera, que hace dos años estaba completamente seco, abría sus compuertas. El pantano del que beben 80.000 vecinos de la zona norte de Córdoba está casi lleno después de las lluvias de este otoño y del principio del invierno. Sierra Boyera regula el río Guadiato. Aguas abajo está Puente Nuevo. Y este embalse también tiene al menos otra compuerta abierta para aliviar agua. Pero es un líquido que no se pierde. Aún aguas más abajo se encuentra La Breña II, un pantano gigantesco al que todavía le cabe mucha agua. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha comenzado a jugar en Córdoba con la capacidad de sus embalses y ante la previsión de la llegada de más lluvia en los próximos días. La situación de los embalses a estas alturas del año es tan buena que con las lluvias que ya han caído hay 500 hectómetros cúbicos más en la reserva de toda la provincia que hace justo un año. De hecho, la Confederación ya ha desembalsado en el Guadalmellato (agua que tampoco ha ido al río, sino al interior de San Rafael de Navallana). En concreto, los embalses actuales son controlados y persiguen el objetivo de no tensionar demasiado a las propias presas. Sierra Boyera está ya cerca de alcanzar el 100% tras las últimas lluvias. Por eso, aporta un caudal medio de nueve metros cúbicos por segundo sobre el río Guadiato. Puente Nuevo está soltando un caudal similar. Ahora mismo, Sierra Boyera roza el 95%. Apenas tiene sitio para otros dos hectómetros cúbicos más. Aguas abajo está Puente Nuevo. El embalse está al 73,5% de su capacidad y con margen más que suficiente para atender una gran avenida de agua. Retiene 206 hectómetros cúbicos de agua, para una capacidad total de 281. No obstante, se está dejando margen para que no tenga que rebosar en el caso de que las lluvias sean intensas. Las últimas precipitaciones han provocado que los acuíferos estén ya completamente llenos y que por tanto todo lo que precipita se convierta en escorrentía. La Breña al 40% La Breña II aún tiene margen más que de sobra. Ahora mismo está al 40%. Su capacidad es de 823 hectómetros cúbicos (casi tres veces Puente Nuevo) y actualmente retiene 334 hectómetros cúbicos de agua. Puede parecer poco, pero son 120 hectómetros más que la media de los últimos diez años para estas fechas. Otro de los afluentes de la cuenca norte del Guadalquivir es el Guadalmellato, regulado por el embalse del mismo nombre y por San Rafael de Navallana. Estos dos pantanos son los que aportan agua potable a Córdoba capital y regadío a gran parte del Valle del Guadalquivir. El año pasado rebosaron los dos y el riego del verano los dejó, sumados, a prácticamente el 50% de su capacidad. Hace dos semanas, la Confederación ya alivió agua desde el Guadalmellato. Actualmente, está rozando el 85% de su capacidad, con 23 hectómetros cúbicos más de margen. No obstante, Navallana está al 49%, tras haber recibido aportaciones del Guadalmellato. Aún tiene 90 hectómetros cúbicos de margen. En la provincia hay otro embalse casi lleno: Bembézar, en Hornachuelos. Este pantano está actualmente al 90%. En su interior aún caben otros 28 hectómetros cúbicos más. Pero el margen es escaso en una cuenca muy amplia. El año pasado también desembalsó y contribuyó a la crecida del río Guadalquivir. En el resto de la provincia la situación es mucho mejor a la del año pasado. En total, en Córdoba se guardan ahora mismo 1.562 hectómetros cúbicos, un 47% de la capacidad de la provincia. Hace un año, por estas fechas, en Córdoba había 1.048 hectómetros cúbicos de agua. Las intensas lluvias de la primavera elevaron la reserva por encima de los 2.000. En caso de una nueva primavera lluviosa, los embalses recuperarían las cifras de 2013, cuando prácticamente se llenaron en su conjunto. Pero aún queda para eso. Iznájar, por ejemplo, es el mayor embalse de Andalucía, pero actualmente está al 22%. Retiene 201 hectómetros cúbicos de agua, pero aún tiene margen hasta los 920. No es el embalse más vacío. Vadomojón, en Baena, está al 19% de su capacidad. Aún hay margen para que siga lloviendo mucho.