El abrazo con el que el primer ministro indio, Narendra Modi, recibió el 4 de diciembre al presidente ruso, Vladímir Putin, en el aeropuerto de Nueva Delhi refrendó la asociación estratégica entre los dos países, que quieren ser protagonistas de un nuevo orden internacional en el que Occidente ya no tenga la hegemonía y que –entre otras cosas— incluya una reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con la India como miembro permanente.En una declaración conjunta tras su reunión bilateral en la capital india, Putin y Modi pidieron una reforma completa del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a fin que refleje “las realidades globales contemporáneas” y se vuelva “más representativo, eficaz y eficiente” en la gestión de las cuestiones de la paz y de la seguridad internacionales.Un comunicado del ministerio de Exteriores indio consultado por MILENIO para esta investigación, precisó que Moscú apoya el ingreso del gigante asiático como miembro permanente del Consejo de Seguridad, que actualmente está integrado por Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido, cada uno de los cuales cuenta con poder de veto.El Consejo de Seguridad, que tiene como tarea mantener la paz y la seguridad internacionales, cuenta también con otros 10 miembros no permanentes, con derecho de voto —pero no de veto—, electos por la Asamblea General para mandatos de dos años y que en 2025 incluye a Argelia, Eslovenia, Guayana, República de Corea, Sierra Leona, Dinamarca, Grecia, Pakistán, Panamá y Somalia (los cinco primeros finalizan su mandato el próximo 31 de diciembre y los demás a finales de 2026).¿En qué consiste la nueva alianza entre Rusia e India?La nueva sintonía entre Rusia e India se da en el contexto de un delicado realineamiento geopolítico en el que Nueva Delhi busca equilibrar sus relaciones con Estados Unidos, que en agosto impuso un arancel final de 50 por ciento a casi todos los productos que compra al gigante asiático, en una de las políticas comerciales más punitivas contra un país aliado.Prácticamente la mitad de ese arancel, de 50 por ciento, representa un castigo a la India por su compra de petróleo ruso y según el instituto Global Trade Research –con sede en Nueva Delhi— la medida impactará a sectores como el textil, el joyero, el alimentario, el de artículos de cuero y el de autopartes, con potencial pérdida de empleos, alteración del comercio e incluso desaceleración económica.En respuesta a Washington, Modi y Putin anunciaron que prevén diversificar sus lazos comerciales más allá del petróleo y la defensa. Rusia, en particular, dijo querer importar más bienes de la India con el objetivo de aumentar el volumen de intercambios hasta 100 mil millones de dólares para 2030.“Hemos acordado un programa de cooperación económica hasta 2030. Ello hará a nuestros intercambios comerciales y a nuestras inversiones más diversificados, equilibrados y sostenibles”, dijo Modi tras su encuentro con Putin quien, ignorando las amenazas estadunidenses, confirmó que su país continuará asegurando suministros de combustible ininterrumpidos a India.Según el analista Andrea Pomella, docente de historia económica en diversas universidades italianas, el encuentro entre Putin y Modi representa una de las etapas del proceso que llevará a superar la geopolítica del siglo XX, en un mundo más complejo, con la aparición a escala planetaria de muchas potencias regionales con capacidad de proyección global.Reforma del Consejo de Seguridad de la ONUEn la reunión bilateral, India recibió el apoyo ruso para formar parte —como miembro permanente— del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en el marco de una reforma de ese órgano, de la que ya se habla al menos desde hace un cuarto de siglo.Durante su mandato, Kofi Annan, quien fue secretario general de la ONU entre 1997 y 2006, designó a un grupo de consulta sobre el tema, el cual propuso como una de las soluciones ampliar el número de miembros permanente del Consejo de Seguridad.En 2004, Brasil, India, Japón, y Alemania acordaron apoyarse recíprocamente para obtener un asiento permanente, mientras se planteó la necesidad de incluir a algún país africano, con candidatos como Nigeria, Sudáfrica y Egipto.Italia y Países Bajos han propuesto que en lugar de la candidatura de un tercer país europeo, en el Consejo de Seguridad tenga un asiento un representante de la Unión Europea.Un mundo completamente diferente al de 1945Los principales órganos de las Naciones Unidas son la Asamblea General, el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social, el Consejo de Administración Fiduciaria, la Corte Internacional de Justicia y la Secretaría de la ONU.Todos se establecieron por disposición de la Carta de las Naciones Unidas, firmada el 26 de junio de 1945 en San Francisco y que entró en vigor el 24 de octubre del mismo año.En 1945, solamente 50 países participaron en la primera conferencia, en un mundo que tenía 2.3 mil millones de habitantes. Actualmente un total de 193 países forman parte de la ONU en un planeta con más de 8 mil millones de personas.Según la Carta, todos los países miembros están obligados a adoptar las decisiones del Consejo de Seguridad, cuya tarea es determinar la existencia de amenazas contra la paz o de actos de agresión. Pide a las partes involucradas en un conflicto que se llegue a un acuerdo por medios pacíficos y recomienda métodos de ajuste o términos de concordia.En algunos casos, el Consejo de Seguridad puede recurrir a la imposición de sanciones e, incluso, a la autorización del uso de la fuerza para mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales. La presidencia del Consejo de Seguridad rota mensualmente.¿Cuál es el futuro para la ONU?Para Marco Omizzolo, investigador del Instituto de Estudios Económicos, Políticos y Sociales (Eurispes) italiano, es urgente plantear la necesidad de la reforma de la ONU en una situación global tan grave como la actual, con más de 100 conflictos en curso, de acuerdo con la contabilidad del Uppsala Conflict Data Program (un programa de recolección y elaboración de datos sobre las guerras en el mundo de la Universidad de Uppsala, Suecia).El reto, según Omizzolo, es comprender si las Naciones Unidas están en grado de desarrollar su tarea o se encuentran en una crisis política y organizativa sin precedentes y, posiblemente, sin salida.El Global Risks Report 2025, publicado por el Foro Económico Mundial de Davos y basado en opiniones de más de 900 expertos globales, resalta que el aumento de los conflictos armados y de las tensiones geopolíticas domina la lista de los riesgos a corto plazo y está creando un panorama internacional decididamente más fragmentado.Pero no se trata solamente de un tema relacionado con las relaciones entre las naciones, sino, como dice el reporte, tiene que ver con la arquitectura interna de los propios Estados, con criticidades crecientes a nivel de gobernanza global.De acuerdo con el mismo informe, a causa de esta fragmentación resulta cada vez más difícil construir una respuesta coordinada y eficaz ante los riesgos globales y crece, por lo tanto, la necesidad de un mayor compromiso en términos de diplomacia y de diálogo intercultural.De frente a un mundo cada vez más fragmentado y complejo, las Naciones Unidas deben enfrentar, además, la posición hostil de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump, cuya decisión de dar marcha atrás a su papel histórico de donador mundial ha causado la pérdida de unos 60 mil millones de dólares destinados a apoyar programas sanitarios y humanitarios de las Naciones Unidas.Según Omizzolo, la reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas resulta inevitable para recuperar la gobernanza de la paz y se requiere, en primer lugar, “confirmar la inevitabilidad de la interdependencia de los pueblos en términos de prosperidad y seguridad para poder alcanzar un consenso sobre alguna forma de gobierno multilateral de la humanidad”.Para el experto, sin las reformas el futuro de las Naciones Unidas parece destinado a la irrelevancia o al fracaso y su desaparición dejaría a los nuevos gobernadores del mundo manejar el futuro de la humanidad según intereses personales, ideológicos y/o de un único país.MD