El tesoro submarino canario que esconde los minerales del futuro tecnológico: en una zona reclamada por España

El Monte Tropic es un antiguo volcán submarino situado a casi 500 kilómetros de la isla de El Hierro que concentra grandes cantidades de minerales estratégicos como telurio, cobalto y níquel. Según el experto en geología Francisco Javier González Sanz, estos elementos son clave para la industria tecnológica y la transición energética. Este monte submarino, cuya cumbre se encuentra a 1.000 metros de profundidad, forma parte de las llamadas “abuelas de Canarias”. El experto explica que recibieron este nombre porque "se formaron por el mismo proceso geológico de punto caliente que las Islas Canarias actuales", por lo que tienen su "mismo rasgo genético". De hecho, en la era de los dinosaurios, el Tropic era una isla. La importancia de estos elementos radica en su demanda para la alta tecnología. González Sanz señala que "necesitamos todos estos metales" para productos como teléfonos móviles, ordenadores portátiles, satélites, defensa, aerogeneradores eólicos y paneles solares. Se denominan críticos porque "Europa tiene una gran demanda de estos metales y, además, una gran dificultad en su aprovisionamiento". El Monte Tropic se encuentra en aguas internacionales, pero España presentó en 2015 un proyecto ante las Naciones Unidas para ampliar su plataforma continental e incluirlo. Aunque a veces se habla de disputa con Marruecos, el geólogo aclara que "no hay una verdadera disputa real actualmente" y destaca las "excelentes relaciones de cooperación científica". Antes de una posible explotación, González Sanz subraya la necesidad de más investigación, desarrollo tecnológico y, sobre todo, evaluar los impactos ambientales. Advierte que se debe "buscar el equilibrio y que no contaminemos la columna de agua o dañemos los ecosistemas de una forma irreversible" para evitar que "el perjuicio sea mayor que el beneficio económico inmediato". Aunque existen otros depósitos minerales en la geografía submarina española, como en el margen de Galicia o el golfo de Cádiz, la región canaria es singular. La razón es la antigüedad de estas formaciones, de unos 100 millones de años, que ha permitido una acumulación lenta y muy rica de estos minerales críticos.