«El siglo XXI será religioso o no será». Esta afirmación, apócrifamente atribuida a André Malraux, quizá acabe resultando profética. El teólogo Karl Rahner la reformuló así: «el cristianismo del siglo XXI será místico o no será». Es decir, en un mundo asediado por la tecnología y la productividad la experiencia de Dios solo podrá acontecer bajo la forma de un encuentro íntimo y personal con la divinidad. Sin una contemplación individual, desgajada de la infinita red de pantallas y reflejos, sin una reviviscencia de lo humano que reivindique al ser «en busca de sentido» frente a una realidad líquida, el hecho religioso se torna imposible. El disco de Rosalía, su deslumbrante 'Lux', da fe de una iluminación propia, de un... Ver Más