La AEMET avisa sobre un acontecimiento meteorológico en Madrid nunca visto desde 1961: "Es lo que se llama la anomalía de la media"

La borrasca Emilia se despide, dejando paso a un frente atlántico que irrumpirá a partir del viernes. Este cambio traerá lluvias generalizadas, que, combinadas con el descenso de temperaturas, se transformarán en nieve especialmente en las zonas montañosas de la sierra madrileña. Según expertos de la AEMET, este patrón se alinea con una tendencia de inviernos más suaves, pero no exento de precipitaciones Miguel Ángel Pelacho, delegado de la AEMET en Madrid, destaca que las estaciones están siendo "1,1 grados por encima de la media, lo que se llama la anomalía". Desde los años 2000, se observa una clara tendencia al calentamiento, con los inviernos más cálidos registrados desde 1961. "Es la tendencia habitual en la que estamos", afirma Pelacho, subrayando que, pese a esto, el frío no será extremo esta Navidad. Para Nochebuena y Navidad, se esperan precipitaciones débiles en la capital. "Se esperan algunas precipitaciones débiles, temperaturas en la Tierra de Madrid en torno a 4-10 grados", adelanta el pronóstico. En la sierra, podría haber nieve en cotas altas durante la tarde-noche del 24, aunque "nada especialmente relevante". El paraguas será indispensable, manteniendo una situación similar a los días previos. Hacia Nochevieja, las condiciones no variarán drásticamente. Las temperaturas se mantendrán moderadas, sin heladas intensas, pero con posibilidad de lluvias intermitentes. Este escenario refleja el impacto del cambio climático en patrones estacionales, donde los frentes atlánticos aportan humedad sin un frío polar acusado. Recomendaciones incluyen preparar abrigos ligeros y estar atentos a actualizaciones de la AEMET para ajustes en planes al aire libre. En resumen, Madrid vivirá unas fiestas húmedas pero templadas. La nieve en la sierra podría atraer a esquiadores, mientras que en la ciudad predominarán las lluvias suaves. Esta previsión invita a disfrutar de la Navidad con precaución, adaptándonos a un clima cada vez más impredecible debido al calentamiento global.