Una retahíla de plataformas modulares y estructuras de andamiaje recubre ya el terreno de juego del Riyadh Air Metropolitano . Más de 350 operarios –100 trabajando simultáneamente por turno– se encuentran de forma coordinada, las veinticuatro horas del día, colocando paneles aislantes sobre la estructura y revisando minuciosamente las tuberías de refrigeración. El desafío no es menor: construir la mayor pista de hielo natural de Europa garantizando la total protección del césped de uno de los recintos deportivos más emblemáticos del país. Y en tan sólo cinco días. Elevada a unos diez metros sobre el nivel del césped, alineada con la cota cero del estadio, «se trata de una auténtica obra de ingeniería», que ha implicado la superación de diversos retos técnicos, estructurales y logísticos. «En primer lugar, el calendario. En este recinto se celebran multitud de eventos y partidos, por lo que ha sido necesario encontrar una ventana de días libres en la que el proyecto pudiera encajar. El siguiente gran desafío ha sido la coordinación de los tiempos: lograr que el evento del pasado sábado finalizara, permitir la salida completa del público y, a partir de ese momento, iniciar de forma inmediata los trabajos de montaje», explica Montxo Cabello, portavoz de Komodo, organizador de Madrid On Ice. Una vez instalada toda la estructura, comienza el proceso más complejo, que arranca esta misma noche: la fabricación del hielo: «Hay que tener en cuenta que las dimensiones del recinto, las necesidades de refrigeración y las temperaturas requeridas implican generar una enorme capacidad frigorífica para congelar toda el agua. Estamos realizando este proceso en tan sólo 48 horas, cuando lo habitual sería necesitar alrededor de una semana». En realidad, el gran reto es el propio proyecto en su conjunto: un año y medio de trabajo, «con un equipo altamente profesional, tanto español como internacional», que ha hecho posible llevarlo a cabo. Con más de 4.200 metros cuadrados de hielo y 400 toneladas de hierro que rodeará el terreno de juego y capacidad para 1.500 patinadores simultáneamente, el estadio del Atlético de Madrid acogerá del 20 de diciembre al 11 de enero «un espacio 360 grados que combina música, gastronomía y diversión». Como novedad en esta segunda edición, la pista de hielo es curva, «siguiendo la estructura del estadio y haciendo que la experiencia para el patinador sea mucho más agradable». Desde primera hora de la mañana, Madrid On Ice ofrecerá clases de patinaje, gracias al acuerdo alcanzado con la Federación Española de Deportes de Hielo, que se impartirán de 10.00 a 11.00 horas. También contará con programación musical y actividades dirigidas a los más pequeños –Cantajuego, Simón o Masha y el Oso–, que se intensificará por la tarde con DJ y música en directo, «asegurando entretenimiento continuo para todos los públicos». En cuanto a la gastronomía, «la oferta se ha multiplicado notablemente». Además, el estadio rojiblanco contará con una zona para fans, de acceso gratuito, con atracciones, camiones de comida, puestos artesanales y actividades al aire libre. Este año esperamos triplicar la afluencia de público respecto a la edición anterior –más de 100.000 visitantes– por tres motivos principales: primero, el evento se prolonga más días; mientras que el año pasado fueron 12, este año permanecerá abierto durante 22 días, hasta el 11 de enero. Segundo, el proyecto es mucho más conocido; el año pasado la gente no se lo creía hasta que lo vio en persona, mientras que este año la respuesta fue inmediata al salir a la venta las entradas. Y tercero, la oferta de contenidos, tanto de mañana como de noche, está resultando muy atractiva para el público, incluyendo eventos especiales como una fiesta Bresh, programada para el 27 de diciembre», destaca Óscar Mayo, director general de Ingresos y Operaciones del Atlético de Madrid. El carácter innovador del proyecto ha despertado el interés de otros estadios españoles y europeos – Italia, Alemania, Inglaterra y Francia, entre otros– , que estudian replicar la idea: «Se trata de un periodo en el que el recinto carece habitualmente de actividades relacionadas con el fútbol, lo que supone una oportunidad especialmente atractiva para generar afluencia en las instalaciones y ofrecer a los socios del club experiencias vinculadas a la entidad, más allá de la competición deportiva». Según sus promotores, Madrid On Ice promete convertirse por segundo año consecutivo en el centro neurálgico de la Navidad: «Es mucho más que una pista de hielo. Es una experiencia sensorial y emocional que une deporte, ocio, cultura y gastronomía para celebrar estas fechas como nunca antes».