Fue 'el tío de la corazonada', que decía Wenceslao Fernández-Flórez . El hombre al que le tocó el Gordo después de vaticinar que su número saldría premiado. Solo que la historia de José Blanco Díaz fue real y la teoría del autor de 'El bosque animado' se fue al traste con él. Según el escritor y periodista, coruñés como Blanco, los premios mayores no se adjudicaban jamás . A uno le podían tocar «seis duros, diez, mil pesetas», pero de esa suma en adelante no se cobraba. Contaba con gracia el articulista de ABC que el Estado había constituido «una especie de masonería» y desde el director del Tesoro hasta los loteros, todos estaban juramentados para guardar el secreto .... Ver Más