La Audiencia Provincial ha confirmado la condena a una mujer por coaccionar a su exmarido: colocó cámaras de vigilancia en su casa, le denunciaba de forma constante en los juzgados y le llegó a abordar el barco en el que descansaba con su nueva pareja. El matrimonio se había roto en el año 2022 y, según la sentencia, la mujer no aceptaba esa ruptura. Así, protagonizó una serie de incidentes. En uno de ellos acudió a la casa de su exmarido en Palma, del cual tenía llave porque había sido la vivienda común de ambos. Provocó varios destrozos y luego colocó videocámaras para vigilarle. Ese mismo día, hora y media después se plantó en la Colonia de Sant Jordi y alquiló una embarcación. Con ella se plantó en la playa de Es Carbó, donde localizó a la víctima en su barca, la abordó y se produjo un incidente con la víctima y la que en aquel momento era su pareja.