La ilusión también cura: la Asociación Española contra el Cáncer abre sus puertas para que nadie afronte la enfermedad en soledad

La luminosidad que entra por sus cristaleras no es casual, tiene un gran significado si sabemos lo que se cuece dentro de la sede provincial de la Asociación Española contra el Cáncer en Sevilla. Ubicada en el número 22 de la calle Marqués de Paradas, este rincón es una de las fuentes de energía que mueve la esperanza de la ciudad, de quienes han visto su mundo tambalear tras un diagnóstico de Cáncer. El alegre y cálido hall de la asociación se ha convertido este miércoles en estudio efímero del programa 'Herrera en Cope Más Sevilla', un especial solo para ellos, para dar a conocer la labor imprescindible que realizan. El mensaje es tan claro como lo son ellos a la hora de expresar lo que hacen cada día. El secretario de la asociación, Ignacio Sánchez Mejías, lo ha reiterado: las puertas de esta casa están abiertas para todos los pacientes y familiares que necesiten ayuda, con una completa cartera de servicios totalmente gratuitos. Puerta abierta y atención gratuita, que estos conceptos queden claros es uno de los principales objetivos de la asociación, que toda la ciudadanía lo conozca. "Queremos que nos conozcan todos los enfermos y todas las personas que padecen cáncer y sus familiares", ha insistido Ignacio Sánchez Mejías. Para ello, cualquier persona puede simplemente "entrar por esa puerta o llamar al 900 100 036, nuestro teléfono gratuito y permanente". La sede, descrita como un espacio diáfano y transparente, busca ser un hogar y un refugio, un lugar donde se organizan talleres y tertulias para que los afectados "se sientan acogidos". La entidad busca ampliar el número de personas atendidas. "Mientras más personas podamos atender, mucho mejor, ya nos buscaremos nosotros la vida para buscar los fondos", ha afirmado Sánchez Mejías. En esa primera toma de contacto, como ha explicado Carmen Blancat, responsable del servicio de valoración integral, el equipo se sienta con la familia para realizar una "valoración integral" y detectar todas las necesidades, tanto explícitas como implícitas, que surgen tras el diagnóstico. A partir de ahí, se despliega una amplia cartera de servicios gratuitos que incluyen atención psicológica especializada, con talleres para gestionar situaciones como el duelo en fechas señaladas; atención social, que abarca desde el préstamo de material ortoprotésico como pelucas o camas articuladas hasta alojamiento para familias desplazadas; y orientación laboral y administrativa. Además, cuentan con servicios de nutrición, logopedia y fisioterapia, cubriendo todas las esferas que se ven afectadas por la enfermedad. La salud emocional también se cuida con ilusión, y por ello la asociación volverá a participar este año en la Cabalgata de Reyes Magos del Ateneo de Sevilla. Desde hace 15 años, un grupo de niños con patología oncológica tiene la oportunidad de vivir la noche más mágica del año desde una de las carrozas, que este año estará inspirada en Mesopotamia. Begoña Sabaté, coordinadora general de voluntariado, ha destacado que esta iniciativa es "una oportunidad de ocio y tiempo libre muy bonito, porque les da la oportunidad de un respiro" frente a la dura disciplina de los tratamientos. Los pequeños se convierten en protagonistas activos de la ilusión. "Durante el día 5, seremos solo niños que ayudaremos a los Reyes Magos a repartir ilusión", ha señalado Sabaté. Una de esas protagonistas es Estrella, de 13 años, que repite la experiencia: "El año pasado salí y me encantó, así que he repetido. Tengo muchísima ilusión". Su testimonio refleja la importancia de estos momentos para recuperar la normalidad y la alegría durante el proceso oncológico. Esta y otras muchas actividades no serían posibles sin la figura del voluntariado, que Carmen Blancat ha definido como el "corazón y motor" de la asociación. En la provincia de Sevilla, más de 1.100 voluntarios colaboran en el acompañamiento en hospitales, la organización de eventos y la difusión de los servicios, siendo un pilar fundamental para "coger de la mano al paciente desde el cariño". El tercer pilar de la asociación es la investigación, clave para cambiar el futuro de la enfermedad. "Estamos convencidos, porque si es así, que lo que cura el cáncer es la investigación", ha sentenciado Ignacio Sánchez Mejías. La entidad se ha marcado un objetivo ambicioso para 2030: alcanzar una tasa de supervivencia media del 70%. Para lograrlo, se están financiando proyectos centrados en tumores con menor supervivencia, como los de pulmón, páncreas o hígado. La apuesta por la ciencia se traduce en cifras contundentes. Solo en Sevilla, la asociación ha destinado 4 millones de euros este año para financiar 32 proyectos de investigación. A nivel nacional, la cifra asciende a 792 proyectos y casi 3.000 investigadores apoyados, con una inversión total que roza los 160 millones de euros en proyectos vivos. Uno de estos investigadores es Daniel Gómez, quien, financiado por la AECC, trabaja en la Universidad de Sevilla en un proyecto sobre el cáncer de pulmón. Su equipo busca encontrar biomarcadores en fases tempranas a través de una biopsia líquida, lo que permitiría adelantar el diagnóstico de un tumor que a menudo se detecta en estadios avanzados y cuya supervivencia a cinco años es muy baja. "Obtenemos resultados muy prometedores", ha concluido, ofreciendo una ventana de esperanza para el futuro.