Las actividades culturales y sociales como la gala celebrada en el Centro Cultural Alcazaba han tenido un impacto directo en el bienestar emocional y social de las personas mayores. La participación en este tipo de encuentros ha favorecido la socialización, ha reducido el aislamiento y ha reforzado los vínculos personales entre usuarios de distintos centros, aspectos considerados clave para un envejecimiento activo.