Esta es, quizás, tras 52 años, la Navidad que Miguel Poveda más ganas tenga de celebrar. Acaba de editar su primer álbum temático y, entre palillos y panderos, como canta Niña Pastori, se ha propuesto iluminar estas fechas. En El árbol de la alegría se adentra en un universo bien conocido por él: los villancicos flamencos. Los lleva tocando desde que debutó en 1995, pero es la única vez que los ha grabado. Tras poner voz a los poemas de Federico García Lorca, necesitaba recuperar a aquel niño de Badalona (que hoy vive en la Costa del Sol) que soñaba tan fuerte. Este viernes, lo subirá al escenario de Starlite Madrid. Nadie cómo él para calentar la próxima Nochebuena.