El programa de 'La Revuelta' emitido el miércoles 18 de diciembre estuvo protagonizado por el séptimo arte con la visita del director Daniel Sánchez Arévalo y el actor Javier Gutiérrez , quienes acudieron para presentar Rondallas , su nueva película juntos. Las dos grandes figuras del cine entraron lanzándose por el tobogán del plató, una acción que afectó notablemente a Gutierréz. «Me estoy recuperando. Me ha dado un ataque de ansiedad...» , reconoció entre risas, a lo que Sánchez Arévalo respondió también con humor: «Pero si tenemos hijos, y bajamos por esos toboganes todo el rato». El tema de la paternidad siguió presente cuando Bronaco preguntó si los invitados necesitaban buscar adrenalina de alguna forma: «Somos padres. Ya tenemos mucha adrenalina en nuestra vida» , respondió el director, que tiene un hijo de cinco años. Por su parte, Javier Gutiérrez, recordado por sus papeles en 'La isla mínima' o 'Águila Roja' , tiene un hijo adolescente de 16 años y otro niño de cuatro. Insistiendo con el tema de las emociones, Broncano le preguntó al actor cuál de los dos hijos le generaba más adrenalina . Una cuestión ante la que no dudó ni un segundo: « El de 4, siempre . Te pilla con el pie cambiado». «Los adolescentes pueden ser problemáticos. Pero a mí físicamente me cuesta más el de cuatro . No hay que perderle de vista», continuó explicando el intérprete. A continuación, confesó lo que ha supuesto para él tener a su segundo hijo a los 50 años, una experiencia compartida por el director como los momentos incómodos a los que se ha tendio que enfrentar: «En los parques hay gente que te tacha de abuelo» . Lejos de mostrarse molesto, Gutiérrez afirmó que le es indiferente y que no suele responder a este tipo de preguntas: «¿Qué vas a decir? Si la señora cree que es el abuelo, pues es el abuelo? ». Cuando Broncano le señaló que «no se puede corregir a señoras por la calle», el actor, con media sonrisa y gesto pícaro, zanjó: «Y menos un señor». Durante décadas, se pensó que la edad del hombre apenas influía en la fertilidad y en la salud de los hijos, pero los estudios más recientes apuntan a lo contrario. El Instituto Bernabéu señala que «a partir de los 45 años se considera una edad paterna avanzada», pero es en la década siguiente cuando las consecuencias se hacen más evidentes y no solo por las consecuencias físicas que puede tener para los progenitores. Con el paso del tiempo, «d isminuye levemente el volumen del eyaculado y el número de espermatozoides presentes en él», explican los especialistas. Además, aunque los resultados son en ocasiones contradictorios, se ha observado «un discreto aumento en la probabilidad de abortos y partos prematuros », si bien en una proporción inferior al efecto de la edad materna. No obstante, el foco se sitúa en los riesgos a largo plazo: «Recientes estudios han demostrado que el riesgo de alteración genética en la descendencia se duplica según avanza la edad del varón en cada 10 años». Algunas teorías sostienen que los espermatozoides pueden acumular mutaciones nuevas o «de novo», no heredadas, que se relacionan con la aparición de enfermedades como el autismo o la esquizofrenia . Los expertos señalan que no solo influyen factores ambientales como la obesidad, el tabaco, la mala alimentación o la exposición a agentes tóxicos. «También la edad avanzada del hombre en el momento de gestar puede ser en parte un factor de riesgo », advierten. Entre las complicaciones descritas se incluyen alteraciones neuropsiquiátricas, genéticas y problemas en la capacidad reproductiva futura de los hijos . Asimismo, se han vinculado la edad paterna con partos prematuros, menor peso al nacer y «una mayor incidencia de diabetes gestacional en la madre».