Cada Navidad se repite la misma pregunta en bares, oficinas y reuniones familiares: “¿Y si nos toca El Gordo?”. En Alicante, este año, la respuesta viene con matices. Porque sí, con un décimo premiado se puede comprar vivienda en la provincia, pero el margen ya no es el que era. Según un estudio de pisos.com, tras pasar por Hacienda, el ganador del Gordo se queda con 328.000 euros limpios. Con esa cantidad, en Alicante es posible comprar un piso tipo de 90 metros cuadrados, cuyo precio medio se sitúa en 216.557 euros, impuestos incluidos. Traducción rápida: casa pagada, hipoteca cero… y algo de dinero que sobra, aunque sin grandes alegrías posteriores. Alicante se sitúa así en ese grupo de provincias donde el premio llega justo pero llega, lejos de los mercados más tensionados del país. Porque mientras aquí aún se puede firmar ante notario, en lugares como Madrid, Baleares, Málaga o Guipúzcoa, ni el Gordo alcanza para una vivienda media. Eso sí, el dato también deja una lectura clara: el mercado inmobiliario en Alicante aprieta cada vez más. Hace unos años, tocar el Gordo permitía comprar casa y vivir tranquilo durante mucho tiempo. Hoy, el premio da para asegurar techo… pero no para demasiados excesos. Los expertos explican que Alicante aguanta mejor que otras zonas turísticas gracias a un precio medio más moderado, aunque la presión de la demanda y el atractivo residencial siguen empujando los precios al alza. Aquí, El Gordo no convierte en millonario eterno, pero al menos permite cumplir uno de los grandes sueños: vivir sin hipoteca. Así que si este 22 de diciembre la suerte decide parar en Alicante, conviene tenerlo claro: primero las llaves, luego ya veremos si queda para el viaje, el coche o simplemente para celebrarlo sin preocupaciones. Porque en Alicante, hoy por hoy, El Gordo aún compra casa… aunque ya no regale palacio.