Tito Valverde: "Los orígenes nunca se olvidan y Ávila siempre está en mis entrañas"

Ha rodado más de 35 películas y participado en casi una treintena de series de televisión. Actor de teatro, actor de doblaje... en 1993 ganó el Goya a Mejor Interpretación Masculina de Reparto por “Sombras en una batalla” y en 2013 estuvo nominado al Goya a la mejor interpretación masculina protagonista por “15 años y un día”. Le conocerás como Pepe, Manolo, Alfonso, Enrique Vergel o el Comisario Gerardo Castilla, pero detrás de todos ellos hay un solo nombre: Tito Valverde. El actor abulense ha pasado por las entrevistas del 25 Aniversario de Cope Ávila. Tito Valverde nos ha contado que aunque iba para aparejador, su llegada al mundo de la interpretación “fue una casualidad total”. Asegura que sus comienzos fueron “un poco insólitos y nada previstos”, pero poco a poco empezó a ver que se le daba bien y se fue enamorando. Tito Valverde ha tocado todos los palos de la interpretación, desde teatro, cine o televisión, hasta actor de doblaje, sin bien asegura que no sabría cuál le gusta más y “todo depende de la edad”. La televisión, dice, es la que más solvencia económica le ha dado, el cine “lo que más me atrae últimamente” y el teatro el que le ha dado “la experiencia”. De todos sus personajes hay varios a los que recuerda con especial cariño como es el caso de Gerardo en “El Bosque encantado” de José Luis Cuerda; el basurero Gabriel en “Alas de Mariposa” o su personaje de Pepe en la serie “Pepa y Pepe” junto a Verónica Forqué, que fue su “despertar al mundo de la televisión”. Un lugar muy especial guarda para uno de sus últimos personajes, Joaquín en “Camino de la suerte” junto a su mujer, la también actriz, María Jesús Sirvent, a la que conoció ya hace años sobre el escenario. Una agradecimiento especial, reconoce Tito Valverde, es el que siente por su papel el Comisario Gerardo Castilla. Nacido en Ávila un 26 de abril de 1951, asegura que Ávila siempre está en sus “entrañas”, “los orígenes nunca se olvidan”, dice Valverde, y aquí sigue una parte muy importante de su familia por lo que siempre que puede regresa. Cuando vuelve a Ávila le gusta “disfrutar de la familia, pasear por El Grande y encontrarme con amigos y compañeros de la infancia, además de tomar una caña o un vino con unas buenas revolconas”.