La Macarena condensa cien años de historia entre el besamanos de 1925 y el de 2025

La hermandad de la Macarena ha dado un vuelco a la ciudad de Sevilla cuando ha abierto las puertas de la parroquia de San Gil en la mañana de este jueves 18 de diciembre y todo el mundo ha podido comprobar la belleza y el sabor añejo de la Virgen de la Esperanza en su besamanos, que durará hasta el próximo domingo 21. Para conmemorar el centenario de la primera celebración de este acto piadoso, la corporación de la Madrugada ha organizado en el templo adyacente a su basílica, su anterior sede canónica, un altar inspirado en el de hace cien años . Sin embargo, lo más destacado ha sido como se muestra a la Virgen, con un atavío idéntico al de las estampas y azulejos de la década de los años veinte. La imagen parece recién sacada de una fotografía antigua de aquella época en la que Juan Manuel Rodríguez Ojeda revolucionó estéticamente a la hermandad y la Semana Santa, y que la mayoría de macarenos, devotos y sevillanos sólo conocía a través del archivo. Así ha sido la primera vez del nuevo vestidor, el jerezano José Carlos Gutiérrez Romero , con la Macarena. Tal y como señala la hermandad, justo hacia 1925, Juan Manuel se encontraba apartado de las labores de prioste y vestidor de la hermandad, siendo José Castro el responsable del atavío de la Virgen para el primer besamanos, aunque recogiendo de forma inevitable la impronta que le confirió a principios de siglo el alma mater artístico de la corporación de San Gil. Por todo ello, la recreación que durante estos días puede contemplarse pretende también rendir homenaje a la figura de Rodríguez Ojeda y a su decisiva vinculación con la hermandad de la Macarena, reconociendo un legado artístico que marcó una época y trascendió fronteras en la historia del arte sacro sevillano. Heredero de la impronta de Antonio del Canto y Teresa del Castillo, Juan Manuel elevó la iconografía de la Virgen de la Esperanza —con manto verde y saya blanca— por medio de la búsqueda de la naturalidad y la expresividad, plasmadas en tocados asimétricos y airosos como el que ahora presenta la imagen. Para la ocasión, la Macarena luce el histórico manto camaronero , obra de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, que celebra en esta ocasión su 125 aniversario, acompañado por la conocida saya del arco , obra de Sucesores de Elena Caro en el año 2000, y la réplica de la toca de los rombos , realizada por Francisco Carrera Iglesias en 2008.