Este año el arte se ha escrito a sí mismo en mayúsculas, tanto en los espacios expositivos como en los libros de arte. Mientras los mensajes en letras gigantes de Barbara Kruger llenaban el Museo Guggenheim Bilbao y dejaban como testigo 'Barbara Kruger. Otro día. Otra noche' (La Fábrica. 45 euros), los detritus de la sociedad del consumo de Thomas Hirschhorn invadían Cáceres y la primera gran retrospectiva de Maruja Mallo colmaba de sentido el Museo Reina Sofía.