Publicada en uno de los discos más decisivos de Extremoduro, Si te vas... es una de esas canciones que, sin levantar la voz, dejan una marca profunda. Lejos del exceso verbal o la provocación explícita que suele asociarse al grupo, el tema muestra a Robe Iniesta en un registro contenido, vulnerable y emocionalmente expuesto, donde el amor aparece como pérdida, dependencia y miedo al abandono. Incluida en Material defectuoso (2011), Si te vas... es una de las canciones más contenidas y emocionales de Extremoduro. En ella no hay alarde poético ni épica rockera, sino una exposición directa del miedo a la pérdida y de la dependencia afectiva, tratadas desde una mirada adulta y despojada. El contexto en el que nació la canción Si te vas… forma parte de Material defectuoso, publicado en 2011, un disco que llega después de La ley innata (2008) y que consolida una etapa de madurez artística en Extremoduro. En este periodo, Robe Iniesta abandona definitivamente el personaje excesivo de los primeros años y se instala en una escritura más reflexiva, menos impulsiva y más consciente de sus propias grietas. El contexto social también es relevante. España se encontraba inmersa en los primeros años de la crisis económica, con un clima generalizado de incertidumbre, desgaste emocional y pérdida de seguridades. Material defectuoso es un disco atravesado por esa sensación de cansancio vital y revisión interior, y Si te vas encaja como una pieza íntima dentro de ese marco: no habla del colapso colectivo, pero sí de la fragilidad individual que lo acompaña. Qué dice realmente la letra de la canción La letra de Si te vas gira en torno a una idea central: la dependencia emocional ante la amenaza de la pérdida. El narrador no se presenta como alguien fuerte ni autosuficiente, sino como alguien que reconoce abiertamente su fragilidad cuando imagina la marcha de la persona amada. No hay reproches ni discursos grandilocuentes. La canción se construye desde la anticipación del abandono, desde ese momento previo en el que todavía no ha ocurrido nada, pero el miedo ya lo invade todo. El "si" condicional del título es clave: la herida aún no se ha producido, pero el dolor ya es real. El yo lírico no idealiza el amor como salvación, sino que lo muestra como un espacio de exposición emocional extrema, donde quedarse solo equivale a perder el equilibrio vital. La voz que habla no pide explicaciones ni promete cambiar: simplemente constata que, si la otra persona se va, algo esencial se rompe. Los símbolos y metáforas clave Aunque la letra es directa, Extremoduro utiliza imágenes sencillas pero cargadas de peso emocional. El vacío, la soledad y la sensación de derrumbe interior aparecen sin necesidad de grandes metáforas barrocas. Todo está dicho desde un lenguaje cotidiano, casi hablado, que refuerza la sensación de sinceridad. El mayor símbolo de la canción es el propio abandono como amenaza constante, no como hecho consumado. Esa espera angustiosa convierte la relación en un territorio inestable, donde el amor no...