La ciudad de Logroño celebra este 18 de diciembre la festividad de su patrona y alcaldesa perpetua, la Virgen de la Esperanza. El acto central ha sido la solemne eucaristía en la iglesia de Santiago el Real, que ha contado con la presencia del alcalde, Conrado Escobar, y del obispo de la diócesis de La Rioja, Santos Montoya. Durante la ceremonia, Escobar ha realizado una oración bajo el manto de la virgen, que ha culminado con un importante anuncio para la ciudad. El momento más destacado de la intervención del alcalde ha sido el anuncio del hermanamiento de Logroño con la ciudad de Belén. Según ha explicado Conrado Escobar, la corporación de Belén aprobó oficialmente la solicitud el pasado 10 de diciembre. Para simbolizar este "vínculo de paz", el alcalde ha ofrecido a la patrona una cruz de Olivo de Judea, un presente entregado por el alcalde de la ciudad palestina, que representa una "oración de paz y de convivencia". En su discurso, Escobar también ha pedido cultivar la concordia y la convivencia, afirmando que "convivir no significa perder, sino ganar todos". Ha hecho un llamamiento a la acción para resolver los problemas de la ciudadanía, con una mención especial a la falta de vivienda. "Nos faltan hogares, viviendas y techo para quienes no cuentan con recursos suficientes", ha lamentado. El alcalde ha pedido ayuda a la patrona para "pasar de las preocupaciones a las ocupaciones", e insiste en la necesidad de hechos concretos frente a la parálisis. "Ayúdanos a anteponer las soluciones a las excusas, la firmeza de los hechos, a los inútiles reproches", ha rogado durante su intervención. La eucaristía ha estado presidida por el obispo de la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, monseñor Santos Montoya, en una iglesia abarrotada de fieles. Durante su homilía, el obispo ha recordado que "Dios acompaña la historia de nuestra vida", en la que existen "luces y sombras". En este sentido, ha animado a los presentes a mantener la fe y la esperanza para que "se realice en nosotros ese plan de Dios". La devoción de Logroño por la Virgen de la Esperanza se remonta al siglo XVI, cuando su figura empezó a ser venerada como protectora de la ciudad. Sin embargo, no fue hasta 1948 cuando el papa Pío XII la proclamó oficialmente patrona de la ciudad junto a San Bernabé. Su talla gótica, que la representa con el niño en el regazo, ha acompañado a generaciones de logroñeses a lo largo de los siglos. El vínculo se fortaleció el 18 de diciembre de 1976, cuando el pleno del Ayuntamiento de Logroño le otorgó el título de Alcaldesa Mayor por votación unánime. Un año más tarde, la imagen recibió el bastón de mando que todavía hoy sostiene, como símbolo de su liderazgo. La jornada festiva continuará a la una de la tarde con la tradicional procesión que recorrerá las calles del casco antiguo.