Los obispos catalanes han emitido una nota en la que denuncia con el desalojo de la nave B9 en Badalona, que ha dejado a centenares de personas sin techo “en pleno invierno, sin que se haya contemplado ni siquiera una ‘tregua invernal’ como se hace en otros países europeos”. Los obispos califican la situación como una interpelación “urgente” para la Iglesia y la sociedad, y rechazan los discursos que deshumanizan a los afectados por su condición de inmigrantes africanos, negros y pobres. “Esto es aporofobia y xenofobia. ¿No son personas? Los cristianos, ¿no estamos llamados a ‘amarlos como a nosotros mismos’". Ante esta realidad, los obispos catalanes reclaman una respuesta humanitaria inmediata y un análisis profundo de las causas que provocan estas situaciones. Además, urgen a acelerar la tramitación de la ley del sinhogarismo, que “hace meses se está tramitando con lentitud, ante un desafío que pide soluciones más ágiles”. El comunicado también incluye una propuesta concreta: “Hacemos un ofrecimiento y una llamada a las administraciones públicas competentes y a las entidades del tercer sector a abrir con urgencia una mesa de diálogo, con la participación de algunos representantes de los afectados, para encontrar una respuesta coordinada a corto plazo y una estrategia a medio plazo”. Los obispos recuerdan que la Iglesia católica lleva tiempo defendiendo “un modelo alternativo e integral de gestión de la inmigración”, y advierten que “en ningún caso la solución pasa por claudicar del diálogo ni por enfrentar los ciudadanos precarizados”. Por ello, animan a “buscar caminos que garanticen derechos, seguridad y convivencia para ellos y para el conjunto de la ciudadanía”. Con este comunicado, los obispos catalantes se suman a las voces que reclaman medidas urgentes para evitar que las personas desalojadas queden desamparadas en condiciones extremas, y llama a la sociedad a no permanecer en silencio ni en la indiferencia ante una situación que consideran “inaceptable”.