“Entendemos que no toca a Barcelona como municipio generar una respuesta hacia Badalona”. Esta ha sido la manera del Ayuntamiento de Barcelona de desentenderse de la atención a los desalojados del antiguo instituto B9 de Badalona. Son palabras de la quinta teniente de alcalde de Derechos Sociales, Raquel Gil, que, 24 horas después del desalojo -que ha dejado a decenas de personas sin alternativa habitacional-, ha echado balones fuera y ha insistido en que la solución pasa por “una mirada más allá de lo municipal”, es decir, de la Generalitat.