En 1963, en el corazón seco de la Anatolia central, un hombre tomó una decisión mínima, casi insignificante, una de esas decisiones que no pretenden cambiar nada y acaban desplazándolo todo: una pared estorbaba, robaba luz, espacio o simplemente paciencia, y había que tirarla. El golpe fue doméstico, sin solemnidad, […]