100 años de besos: La Macarena regresa a San Gil

La Virgen de La Macarena ha regresado a la parroquia de San Gil 77 años después. El motivo es la celebración del centenario de su primer besamanos, que tuvo lugar precisamente en este templo, allí permanecerá hasta el domingo 21. Para la efeméride, la hermandad ha recreado el altar efímero de 1925 gracias a un "riguroso trabajo de documentación". El conjunto busca emular la atmósfera original con un "rico cortinaje y más de cuarenta puntos de luz", rindiendo también homenaje a la figura de Juan Manuel Rodríguez Ojeda y su "decisiva vinculación" con la hermandad. La Virgen luce el histórico manto camaronero de Rodríguez Ojeda, que cumple su 125 aniversario. La imagen está ataviada también con la saya del arco y una réplica de la toca de los rombos, realizada por Francisco Carrera Iglesias en 2008. Este besamanos ha supuesto también el estreno del nuevo vestidor, el jerezano José Carlos Gutiérrez. El Hermano Mayor, Fernando Fernández Cabezuelo, lo ha descrito como "un verdadero caballero humilde", destacando "la calidad y delicadeza de la forma de vestir, que nos ha dejado a todos sorprendidos". El Hermano Mayor de la corporación cuenta una anécdota de esta noche del 17 de diciembre, en la que relata como antes de empezar, en el camarín de La Macarena, el vestidor "se puso de rodillas, se abrazo a la saya y le pidió a la Virgen que le ayudara en este nuevo camino" El traslado de la Virgen desde la Basílica ha sido descrito por el Hermano Mayor como “la noche más bonita que recuerdo". Fernández Cabezuelo ha relatado "vivencias fuertes, muchísimos sentimientos", como la de un anciano de 95 años que le decía a su mujer con alzhéimer: "tú no te acuerdas de ella, pero ella no se olvida de ti". Desde primera hora se han registrado larguísimas colas a las puertas de San Gil. La emoción es la nota dominante entre los asistentes, muchos de los cuales no pueden contener las lágrimas. Es el caso de Catalina, que aseguraba a la salida: "No tengo palabras, me quedo sin palabras. Esto es una alegría grandísima para todo el mundo". Otros devotos, como Rocío, han definido el momento como "sublime" y han destacado el ambiente "íntimo" y "acogedor" de San Gil. "A mí me ha llegado mucho más hondo que otras veces", confesaba visiblemente emocionada. Este regreso ha evocado también el recuerdo de generaciones pasadas. "Yo entiendo que mis abuelos, que vivirían este besamanos, pues dirían lo mismo que estoy diciendo yo hoy, radiante", explicaba María Ángeles, reconociendo que nunca había visto a la Virgen en este templo. El objetivo de la hermandad, según el Hermano Mayor, era precisamente este: "acercar la Virgen a los hermanos y los hermanos a la Virgen". El Besamanos a la Virgen de la Esperanza Macarena se desarrollará con un amplio horario a lo largo de la jornada. Entre las 7:00 y las 9:00 horas estará reservado de manera exclusiva a los hermanos, que deberán acreditarse con su DNI, mientras que desde las 9:00 y hasta las 20:00 horas el acceso será ininterrumpido para el público en general. En paralelo, la Hermandad ha previsto un calendario de cultos que se iniciará el jueves 18 a las 20:00 horas con la Solemne Función, presidida por el obispo emérito de Córdoba, Demetrio Fernández González. Las misas continuarán el viernes 19 y el sábado 20 a las 19:30 horas, y el domingo 21 a las 12:00 del mediodía.  El acceso está organizado mediante un itinerario señalizado, con entrada por la parroquia de San Gil Abad y salida por la Basílica.