Con la resaca emocional aún presente tras la aprobación de los Presupuestos de Castilla-La Mancha para 2026 , el Gobierno regional ha vuelto a exhibir su apuesta por el diálogo social con la firma del pacto 'Castilla-La Mancha, Horizonte 2030' . Un acuerdo, suscrito junto a sindicatos y patronal, que moviliza más de 15.800 millones de euros , articula 531 medidas y cuenta con la implicación directa de 158 entidades. El acto, presidido por el jefe del Ejecutivo autonómico, Emiliano García-Page, ha servido para escenificar una vez más el modelo de concertación que el Gobierno regional viene defendiendo desde hace una década, en un contexto político marcado por la «incertidumbre y la confrontación» en España. A la firma del pacto han asistido la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, pieza clave en la coordinación del acuerdo; la secretaria general de UGT Castilla-La Mancha, Lola Alcónez; el secretario regional de CCOO, Javier Ortega; y el presidente de Cecam, Ángel Nicolás, quienes han coincidido en subrayar el valor de este consenso como herramienta para garantizar estabilidad, crecimiento y cohesión social en la región. Durante su intervención, Page ha señalado que el objetivo que se pretende alcanzar con esta firma, responde al objetivo estructural del Gobierno regional de «compartir el crecimiento y construir región entre todos», con el fin de que sea la comunidad que «más crezca hasta 2030» El presidente regional ha destacado que Castilla-La Mancha «no es patrimonio de un Gobierno ni de una persona concreta, sino una tarea colectiva», y ha defendido que el diálogo social forma parte del ADN institucional de la Comunidad Autónoma. «Gobernar no consiste solo en decidir, sino en hacerlo acompañados, con estabilidad y con acuerdos duraderos», ha señalado. El presidente ha recalcado el papel de las personas que han hecho posible el pacto, destacando especialmente la labor de la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, a quien ha definido como «la brújula de una estrategia coherente, mantenida sin bandazos durante una década, incluso en contextos tan complejos como la pandemia». Asimismo, ha remarcado que, diez años después, Castilla-La Mancha puede comprobar los resultados de las decisiones adoptadas al inicio de la legislatura de 2015 donde «hoy la región crece, crea empleo y consolida servicios públicos, y muchas de las ideas que entonces eran proyectos hoy son realidades». En este sentido, ha defendido una concepción de la democracia basada en instituciones fuertes, diálogo permanente y participación social más allá de las citas electorales. «Las democracias que solo consisten en votar cada cuatro años se vacían por dentro; lo verdaderamente importante es hacer el camino juntos», ha afirmado. En este contexto, ha reivindicado un modelo de gobierno «amigo de todos», que no busca enemigos ni confrontación, y que gobierna también para quienes no le han votado. «Gestionar la normalidad institucional y el entendimiento es más difícil que vivir en la trinchera, pero es infinitamente más útil para la ciudadanía», ha añadido. En el plano económico, ha subrayado que el diálogo social ha sido clave para mejorar no solo la cantidad, sino la calidad del crecimiento . Castilla-La Mancha se sitúa entre las comunidades con mayor crecimiento de la productividad, menor conflictividad laboral y mayor atractivo para la inversión. De hecho, desde 2015 se han creado más de 25.000 empresas y, actualmente, por cada empresa que cierra se constituyen más de seis nuevas. Asimismo, ha recordado que la región es una de las que más ha crecido desde la pandemia, manteniendo el tejido productivo sin recortar servicios públicos y reduciendo de forma significativa la deuda. « Hoy somos una comunidad más fuerte, más competitiva y más cohesionada », ha dicho. El Pacto Horizonte 2030, ha concluido, no responde a una situación de urgencia, sino a una «conveniencia colectiva» fruto de «una economía sana, unos servicios públicos consolidados y una estrategia compartida que nos permite aspirar a ser una de las comunidades que más crezcan hasta 2030». Y haciéndolo, ha añadido, «repartiendo los beneficios del crecimiento en bienestar, igualdad y oportunidades para todos». El pacto Horizonte 2030 se configura así como una hoja de ruta compartida para los próximos años, con el objetivo de impulsar el desarrollo económico, fortalecer el empleo de calidad y avanzar hacia una Castilla-La Mancha más cohesionada, competitiva e inclusiva. La consejera de Economía, Empresas y Empleo ha destacado que este acuerdo representa «estabilidad, tranquilidad y una hoja de ruta clara» en un contexto en el que estos valores «están tan alejados de la actividad pública y política», subrayando que el acuerdo es fruto del consenso y del trabajo conjunto de toda la sociedad regional. Durante el acto de firma del pacto, ha agradecido la implicación de los agentes sociales, de los equipos técnicos y del conjunto del Gobierno regional, señalando que «hoy es solo el comienzo del trabajo que tenemos por delante, pero hacerlo juntos siempre es más sencillo». La consejera ha valorado el amplio proceso participativo que ha dado lugar al acuerdo, con más de 600 propuestas iniciales, canalizadas a través de una consulta digital abierta y 17 reuniones presenciales, que finalmente se han concretado en 531 medidas estructuradas en ocho ejes estratégicos. El pacto moviliza 15.800 millones de euros, una cifra que supera ampliamente el compromiso inicial de 13.000 millones y que, según Franco, «nos da la tranquilidad de que la palabra y el compromiso del Gobierno regional con la ciudadanía se va a convertir en una realidad». De esta inversión, destacan más de 4.700 millones de euros destinados a la economía productiva y al capital humano, más de 4.000 millones para el bienestar social, 3.950 millones para la agricultura, la ganadería y el medio rural, así como importantes partidas para investigación e innovación, cohesión territorial, sostenibilidad, agua y transformación digital. La consejera ha enmarcado este nuevo acuerdo en una década de cultura del diálogo social en Castilla-La Mancha, recordando los distintos pactos suscritos desde 2015 y el elevado grado de cumplimiento del último Pacto por la Reactivación Económica y el Empleo, ejecutado en un 116 % del presupuesto previsto y con un 96 % de las medidas cumplidas. «Este pacto convierte el consenso en transformación y refleja la ambición de una tierra que aspira a más y puede llegar a más», ha afirmado. Por su parte, la secretaria general de UGT Castilla-La Mancha, Lola Alcónez, ha calificado el plan como una herramienta «clave» para seguir avanzando en desarrollo, cohesión social y empleo de calidad, insistiendo en que el crecimiento debe llegar a toda la ciudadanía, especialmente a quienes más lo necesitan. Aunque ha reconocido la mejora de la situación socioeconómica regional, ha subrayado que «queda mucho por hacer», recordando reivindicaciones sindicales como la reducción de la jornada laboral, la mejora de salarios, la subida del SMI y el acceso a la vivienda. Desde CCOO, su secretario regional, Javier Ortega, ha celebrado el pacto como una «hoja de ruta útil» para llevar a Castilla-La Mancha hacia un modelo de empleo inclusivo, estable y de calidad. Ortega ha destacado que el objetivo del acuerdo es «suplir carencias y mejorar la vida de la gente», poniendo el foco en la empleabilidad, la formación y la atención a colectivos con mayores dificultades, así como en el impulso a la política de cuidados y a la inserción laboral de mujeres víctimas de violencia de género. Finalmente, el presidente de Cecam, Ángel Nicolás, ha recalcado el clima de diálogo social existente en Castilla-La Mancha, señalando que «lo que aquí vemos como natural, en otras comunidades es impensable ». Nicolás ha destacado que el pacto Horizonte 2030 es un ejemplo de cómo avanzar desde la responsabilidad compartida y el consenso, y se ha mostrado convencido de que sus medidas favorecerán el desarrollo empresarial, la creación de riqueza y el empleo en la región.