Son el futuro, pero ya están muy presentes, y lo pueden estar mucho más. Es agudizar el oído, levantar la vista y poder ver y escuchar un dron. No sólo por ocio o para captar imágenes a vista de pájaro sin volar. También en el sector empresarial forman parte del día a día. Industria, defensa, agricultura, logística o energía tienen en 'plantilla' estos pequeños aparatos aéreos no tripulados con un gran potencial en un sector que se estima «necesitará miles de profesionales en los próximos años» . Y ahí Castilla y León quiere estar «preparada para atender esa demanda» y hacerlo además «liderando» el desarrollo de este campo «con talento y oportunidades de futuro, especialmente para los jóvenes». Ya ha dado pasos en esta dirección, pues recientemente ha inaugurado la Unidad de Investigación Conjunta en Tecnología de Drones (JRU Drones) de la Universidad de Burgos. Un espacio financiado por la Junta de Castilla y León que busca «posicionar a la comunidad como referente de innovación y desarrollo industrial» de estos vehículos aéreos no tripulados y que ya ha echado a volar con algunos proyectos como un prototipo que se ha presentado en el seno de la OTAN. En marcha también nuevos modelos de aplicación industrial y dual (civil y militar) impulsados por hidrógeno verde, otros capaces de detectar de forma temprana incendios forestales y llevar a cabo labores de extinción 'in situ', «buscando reducir el desarrollo» de los fuegos de quinta y sexta generación. La singularidad de este espacio es su carácter colaborativo, pues investigadores de la Universidad de Burgos y del resto de centros de Castilla y León trabajarán conjuntamente «para ampliar la oferta de servicios y acceder a proyectos de gran envergadura en colaboración con el tejido productivo». A la vez que ofrece formación especializada en diseño, fabricación y mantenimiento de drones. Una vía directa de transferencia del conocimiento y la colaboración entre universidades y empresas, pero no la única en la que está empeñada la Junta de Castilla y León, con especial atención a sectores estratégicos. Es el caso también de la 'Infraestructura de Ensayos Espaciales' a la que desde la Consejería de Industria, Comercio y Empleo se ha inyectado una subvención de 500.000 euros a la Universidad de León para la puesta en marcha de un proyecto considerado «estratégico y pionero» en la Comunidad con el que «impulsar» el desarrollo del sector aeroespacial. ¿Y por qué al centro docente superior leones? Pues porque es la única universidad en Castilla y León que imparte el Grado de Ingeniería Aeroespacial y el Máster en Ingeniería Aeronáutica. Así que con esta nueva infraestructura se convierte «en un referente en ingeniería avanzada y en la economía del espacio». El proyecto consiste en la instalación de una cámara de vacío de tamaño medio, equipada con circuitos de control térmico, lámparas de flujo solar y otros medios con los que simular las condiciones extremas de un vuelo espacial alrededor de la tierra y en el espacio, lo que permitirá realizar ensayos en tierra y avanzar en el campo de la investigación, desarrollo y testeo del sector aeroespacial. Y es que hasta ahora ningún centro de la Comunidad disponía de esta capacidad de ensayo, lo que limita la capacidad de investigación, obligándolos a recurrir a servicios externos para validar sus prototipos. Pero a partir de ahora contarán con la posibilidad de certificación interna, también de ensayo para hardware espacial en condiciones análogas al espacio simulando condiciones de vacío y rangos térmicos extremos. «Contribuirá de forma decisiva al i mpulso del sector espacial en la Comunidad », destacan desde la Consejería de Industria, Comercios y Empleo, desde donde valoran que además «facilitará» a pymes y 'startups' acceder al mercado del 'New Space'. Y en esa apuesta por el futuro tecnológico en una alianza de Junta, centros formativos y empresas nace también 'Zamora FutureLab'. En realidad, un espacio con tres laboratorios en el campus Viriato de la Universidad de Salamanca en la capital del Duero –de la mano también de la Cámara de Comercio– equipados con tecnologías de última generación para impulsar la investigación, el emprendimiento y el talento. En sectores que generan alto valor añadido y con gran potencial como los videojuegos, el patrimonio, la educación, la salud y el turismos para convertir el centro en un «puente sólido» entre la empresas y la universidad. Contará con laboratorio de impresión 3D avanzada y escáneres de alta precisión, de fabricación robotizada y hasta un espacio de proyectos interactivos y videojuegos con capacidad de captura del movimiento, producción virtual, simuladores...