La incertidumbre lleva al BCE a dejar de nuevo los tipos de interés en el 2%

La institución monetaria mantiene los tipos por cuarta reunión consecutiva, pese a que "el crecimiento económico será más fuerte que en las proyecciones de septiembre, impulsado especialmente por la demanda interna" El BCE se instala en la estrategia de 'esperar y ver' y mantiene los tipos de interés en el 2% No había opciones a un cambio de paso para finalizar el año. “Esperar y ver” sigue siento la estrategia del Banco Central Europeo (BCE), que en su reunión de este jueves ha decidido dejar los tipos de interés en el 2%. La institución monetaria sigue viendo a la economía europea en el “buen lugar” en el que le ha posicionado su presidenta, Christine Lagarde, mientras que la inflación en la zona del euro se acerca al objetivo del 2%. Ya es la cuarta reunión consecutiva en Frankfurt sin un cambio en la evolución de los tipos que prefiere mantener la posición ante la incertidumbre reinante. “La mayoría de los miembros del Consejo de Gobierno del BCE consideran el punto medio de un rango de política monetaria neutral para la zona del euro” en el 2%, señaló, Konstantin Veit, de la gestora Pimco. Así que la mayoría en la institución respalda “la decisión es mantener la inacción”. Además, el BCE ha pronosticado que “el crecimiento económico será más fuerte que en las proyecciones de septiembre, impulsado especialmente por la demanda interna. El crecimiento se ha revisado al alza hasta el 1,4% en 2025, el 1,2% en 2026 y el 1,4% en 2027, y se espera que se mantenga en el 1.4% en 2028” para la zona euro. En el caso de la inflación, el BCE la ha sido “revisada al alza para 2026, principalmente porque el personal ahora espera que la inflación de los servicios disminuya más lentamente”. Las nuevas proyecciones muestran un incremento general promedio de los precios “del 2,1% en 2025, 1,9% en 2026, 1,8% en 2027 y 2% en 2028”. Para la inflación subyacente, que excluye energía y alimentos, se proyecta un promedio del 2,4% en 2025, 2,2% en 2026, 1,9% en 2027 y 2% en 2028. Ante la falta de sorpresas en esta reunión, los analistas se lanzaron a predecir los movimientos del BCE los próximos dos años. Nachu Chockalingam, directora de crédito en Federated Hermes, explica que “la situación tendría que empeorar mucho para que el BCE volviera a bajar los tipos en 2026. Algunos de estos riesgos a la baja son: cualquier impacto adverso retardado derivado de los aranceles estadounidenses, un euro más fuerte, el impacto de las importaciones chinas o un retraso en el estímulo fiscal de Alemania. La agitación política en Francia, en un contexto de empeoramiento de la situación fiscal, supone otro riesgo potencial”. Con las nuevas previsiones de crecimiento, Bas van Geffen, estratega macro senior en Rabobank, subrayó que se “espera que el BCE mantenga su postura en 2026” a pesar de que “la incertidumbre sigue siendo alta”. “Esto puede revivir algunas expectativas de recortes de tasas, pero no creemos que justifique una mayor flexibilización de la política monetaria”, añade Van Geffen. El analista de Rabobank añade que en todo caso se podrán esperar “algunos aumentos graduales a principios de 2027”, cuando la economía de la eurozona gane impulso. “Tenemos programados dos aumentos de tasas, en marzo de 2027 y junio de 2027,” puntualizo Van Geffen. Marco Wagner, economista senior de Commerzbank, comentó que “el escenario principal sigue siendo que las tasas de interés se mantendrán en su nivel actual durante los próximos dos años”. Wagner argumenta esta previsión en que “es probable que la inflación no solo estará por debajo del objetivo del 2% del BCE en 2026, sino que también será más baja en 2027 (probablemente en un 1.7%) debido al aplazamiento del Sistema de Comercio de Emisiones de la UE (ETS 2) de enero de 2027 a enero de 2028”. Wagner dijo que esta situación podría dar lugar a un argumento en contra de las subidas de tasas en un futuro cercano. Al final, la percepción general es que hay demasiadas incertidumbres en el panorama económico que pueden afectar a la política monetaria. Adrià Morrón, lead economist en el Departamento de Economías y Mercados Internacionales de CaixaBank detalla este punto muerto en el BCE: “Las perspectivas económicas están rodeadas tanto de amenazas, que podrían requerir una relajación monetaria, como de riesgos, que podrían hacer necesario un cierto endurecimiento. Mientras se mantenga una constelación de riesgos tan amplia, el BCE no va a hipercalibrar la política monetaria al son de pequeñas variaciones en los datos”.