Manuel Vizcaíno define la hoja de ruta del Cádiz, mirando a los 50 puntos y hablando de fichajes: "Hay que dejar salir antes de entrar"

La dirección del club ha detallado la estrategia a seguir en las próximas semanas, marcada por la prudencia en el mercado de fichajes y la consolidación de la plantilla actual. La premisa es clara: "para entrar jugadores, tienen que salir jugadores", una declaración que subraya la necesidad de ajustar la plantilla antes de realizar nuevas incorporaciones para reforzar al equipo. El club trabaja con varios escenarios de cara al cierre del mercado el 31 de enero. La posibilidad de fichar está directamente ligada a las salidas, pero también a la situación de los jugadores lesionados y al interés que despiertan algunas piezas clave en otros equipos. En este sentido, se ha afirmado que "si alguien viene y te paga la cláusula de un jugador, son cosas que te superan". Cualquier movimiento se hará con el fin de "mejorar lo que podamos, una plantilla que creemos que está siendo bastante competitiva". A pesar de la lesión de un jugador importante, calificada como "rara desde el principio", hay optimismo. Se ha descartado una dolencia grave como la tríada o una rotura de ligamento, lo que "amortigua los plazos de recuperación". Se espera que pueda jugar "muchos partidos en la segunda vuelta", aunque el club no descarta estudiar el mercado en busca de un refuerzo para su posición. La continuidad de jugadores estratégicos es otro de los pilares del proyecto. Sobre Brian, un futbolista "criado en la casa", el presidente ha sido contundente en su deseo de prolongar su contrato. "Cuento los días para poder renovarlo", ha asegurado, insistiendo en que no le preocupa que termine contrato porque "la confianza con él es total, y el cariño que le tiene al club es total". Las conversaciones entre ambas partes ya están en marcha. En cuanto a Gaizka, la postura es de satisfacción con su rendimiento. "Nosotros estamos contentos con Gaizka, pero hay que dejarlo tranquilo ahora", han señalado desde el club, apuntando a que el deseo de continuar es mutuo y que las negociaciones se abordarán sin prisa cuando llegue el momento. Haciendo autocrítica, el presidente ha reconocido que la temporada pasada "nos equivocamos" al "apostar absolutamente todo a intentar subir rápido". Ahora, el club parte "de cero", pero desde una posición mucho más sólida que en el pasado. Se ha destacado la transformación de la entidad desde 2016, cuando era "un equipo tieso", a la actualidad, siendo "un Cádiz muchísimo más rico en infraestructura, en la forma de trabajar y en los ingresos". El objetivo es consolidarse como "un grande de la segunda división". La sensatez marca la hoja de ruta deportiva. El primer objetivo innegociable es alcanzar los 50 puntos para asegurar la permanencia en Segunda División. "Primero los 50 puntos", ha insistido el presidente, argumentando que la categoría es muy impredecible. Solo una vez conseguida esa meta, el equipo se planteará retos más ambiciosos: "Inmediatamente después, el siguiente objetivo es comernos el mundo e intentar jugar el playoff".