La SD Huesca cayó con honores en la Copa del Rey ante Osasuna y se prepara para la batalla contra el Racing

La SD Huesca rozó el pase histórico a los octavos de final de la Copa del Rey, pero Osasuna acabó imponiendo su mayor pegada en una eliminatoria vibrante que se decidió en la prórroga (2-4). El equipo aragonés se adelantó, resistió con oficio y volvió a soñar con el empate en el tiempo extra, pero los goles de Raúl García y Budimir terminaron inclinando la balanza para los navarros en una noche intensa, de buen fútbol y digna de elogio en El Alcoraz. El partido también sirvió como escaparate para los menos habituales. Bolo apostó por un once cargado de oportunidades, reservando a muchos titulares para el compromiso liguero, y la respuesta fue notable. La SD Huesca firmó un arranque excelente, con presión alta, ritmo y protagonismo de jóvenes como Manu Rico, Ro Abajas o Willy, mientras Osasuna dosificaba esfuerzos pensando en su delicada situación en liga. El buen tono local se tradujo en el 1-0 de Luna, que premiaba la solidez y la implicación defensiva del conjunto azulgrana. Sin embargo, cuando mejor estaba el Huesca, Raúl García empató en el descuento de la primera parte, un golpe anímico que cambió el signo del encuentro. En la reanudación, Osasuna acumuló las ocasiones más claras, mientras los de Bolo resistían y movían el banquillo para sostener el pulso. La prórroga elevó aún más el dramatismo. Raúl García adelantó a Osasuna, pero Kortajarena devolvió la ilusión con el 2-2. El sueño, sin embargo, se apagó en los últimos minutos, cuando Budimir, decisivo en el juego aéreo, fue decisivo en los dos goles navarros. La eliminación dejó sabor amargo, pero también la sensación de que El Alcoraz y este equipo están preparados para futuras batallas.