Los conflictos vecinales son una constante. Los hay por infinidad de temas: ruidos, suciedad, robos, destrozos, faltas de respeto, obras…, y también por hay muchos líos relacionados con la forma de aparcar. Que si alguien ocupa la plaza que no es la suya, que si su coche sobresale fuera de los límites, que si no no me permite abrir la puerta porque aparca muy pegado…