El calendario dicta el 21 de diciembre como inicio del invierno, pero para Mikel Álvarez empieza mucho antes, a final de septiembre. Es entonces, sobre las fechas de San Fermín txikito, cuando enciende el asador de castañas de su más que emblemático puesto de la calle San Nicolás, en el que lleva 46 años ininterrumpidos.