Lolita Flores (67 años) ha dicho basta. La cantante y actriz ha publicado un vídeo en su cuenta de Instagram con un mensaje que, aunque comienza como una felicitación navideña cercana y amable, termina convirtiéndose en una advertencia clara y directa dirigida a quienes la insultan desde el anonimato en redes sociales. Grabado, aparentemente, desde su casa y con el tono cordial que siempre la ha caracterizado, Lolita no pierde la compostura, pero sí deja constancia de su cansancio. «Estoy un poco harta de que cada vez que publico una foto haya gente que, por supuesto, no da la cara, pero que me insulta», afirma mirando a cámara. Insultos que, según explica, se centran tanto en su físico como en sus ideas políticas. La artista recuerda que lleva décadas expuesta al juicio público y que entiende perfectamente que no puede gustar a todo el mundo. Sin embargo, marca un límite claro cuando se trata de faltas de respeto. «Me insultan por mis ideas políticas, por mi físico o porque no debo caer bien. Tengo 67 años, tengo arrugas, y me han costado mucho sudor y muchas lágrimas», señala con serenidad. Lolita insiste en que nunca ha utilizado sus redes para atacar o humillar a nadie y exige el mismo respeto. «En Instagram hay democracia y podéis decir de mí lo que queráis, pero yo no insulto a nadie ni hago daño con nada de lo que subo», afirma. Aun así, deja claro que no permitirá que la situación continúe. «La próxima vez que alguien me insulte escudándose en un florero, lo denunciaré. Estoy muy harta ». En el vídeo también hace referencia a su vida personal, destacando el apoyo de su familia, sus hijos y sus nietos. «Soy abuela, tengo una familia que me adora y amigos que me quieren. No necesito que me insultéis », recalca, visiblemente firme pero sin perder la educación que la caracteriza. Al margen de la polémica, Lolita ha aprovechado el mensaje para recordar que atraviesa un buen momento profesional. Actualmente participa en la tercera temporada de la serie 'Atasco' y continúa sobre los escenarios con Poncia, la adaptación teatral de 'La casa de Bernarda Alba', en el Teatro Bellas Artes de Madrid, donde estará en cartel hasta el 15 de febrero. Con este mensaje, Lolita Flores no busca generar confrontación, sino marcar un límite. Un aviso claro a los cibernautas con el que deja patente que la crítica puede formar parte de la exposición pública, pero el insulto, no.