El lazareto

La cosa es tan seria, pero a la vez tan aparentemente irresoluble, que conviene tomárselo con humor, ese refugio de los desesperados que habitan la Tierra, pues de lo contrario cae uno al oscuro pozo de la desesperanza y así no se puede vivir. Recordemos a Eugenio, bien nacido para la gracia desde esa insólita gravedad que le hizo célebre: «Saben aquel que diu que iba un conductor borracho como una mona al volante y en la radio alertan ''cuidado, un loco circulando en sentido contrario por la autopista'' y el conductor dice ''¡cómo que uno, cientos, si van todos circulando en sentido contrario!». Pues ese conductor es ahora Sánchez, que el otro día tuvo el cuajo de calificar de... Ver Más