Por una nota de LA NACION, contactó a una ONG que forma a jóvenes vulnerables y ya contrató a dos para su pyme

“Todos los perfiles que me presentaron eran muy buenos”, dice Diego Pampin, uno de los dueños de Maigal, una empresa de cosmética capilar; la nueva perspectiva de futuro de los chicos que empezaron a trabajar en su fábrica