Fuegos artificiales: cuando la química pinta el cielo de colores

Una mezcla explosiva de pólvora y otros compuestos es lo que hace que la pirotecnia llene el cielo de brillantes colores y formas curiosas.El origen de los fuegos artificiales, o la pirotecnia, es muy antiguo. Se dice que se originó en China (al igual que la pólvora), y aunque no hay datos históricos sobre los detalles de su invención, muchas leyendas buscan llenar los huecos de la historia.Una de ellas cuenta que hace unos mil 400 años hubo un monje llamado Li Tian, quien rellenó tubos de bambú con pólvora para ahuyentar a los malos espíritus.Las formas y colores brillantes de los fuegos artificiales son el resultado de una serie de reacciones químicas. Al encender la mecha, el fuego viaja a través de ella hasta el fondo del tubo; esto enciende la carga de pólvora, que a su vez reacciona creando gases calientes y una gran cantidad de energía. Esa energía impulsa el proyectil, que tiene dentro.Los italianos fueron los primeros en añadir sales metálicas para producir diferentes colores, ya que antes de 1830 toda la pirotecnia era de color naranja fuego.Cuando ocurre la ignición, las partículas metálicas absorben una gran cantidad de energía, que al momento de dispersarse por el aire se van enfriando y entonces emiten la energía extra en forma de luz. El color de esta luz brillante depende del tipo de metal:Estroncio: rojoCalcio: anaranjadoSodio: amarilloBario: verdeCobre: azulEstroncio + cobre: púrpuraMagnesio + aluminio + titanio: blancoLas figuras que se forman en el cielo son una tecnología mucho más reciente y dependen de la ubicación de los compuestos dentro del armazón.Las figuras más conocidas son el estallido esférico, como una flor; la del cometa, con una larga estela de chispas; o la del estrobo, con efectos parpadeantes.Figuras como corazones púrpuras y arcos amarillos fueron vistas sobre el cielo de Washington D. C. en 1991, para dar una espectacular bienvenida a las tropas de la Operación Tormenta del Desierto.Durante siglos, los fuegos artificiales se encendían a mano (algunas personas lo siguen haciendo así, a pesar del riesgo de que estallen antes de tiempo), pero desde 1980 existe una opción que utiliza encendedores controlados por computadora. Este tipo de pirotecnia puede automatizarse para lograr estallidos más precisos y espectáculos musicales sincronizados.Aunque las cosas no siempre salen según el plan. En San Diego, California, cuando se celebró el 4 de julio en 2012, la pirotecnia se estropeó debido a una falla de la computadora y, en lugar de un espectáculo que debió durar casi 20 minutos, duró menos de uno.Ese día, los espectadores únicamente fueron aturdidos con 7 mil cohetes al mismo tiempo y un estruendo de luz, quedando después confundidos por el resto del espectáculo prometido.En Montreal se celebra el festival de fuegos artificiales más prestigioso y grande del mundo: L’International des Feux Loto-Québec, o Montreal Fireworks Festival. Se celebra desde 1985 en el parque La Ronde, sobre el lago Dolphins, y cuenta con alrededor de 6,000 fuegos artificiales en cada espectáculo. Cada verano se reúnen compañías pirotécnicas de todo el mundo para presentar un espectáculo piromusical y competir por un premio “Júpiter”, llamado así por el dios romano del cielo y el trueno.En el Reino Unido se celebra el Día de Guy Fawkes, que conmemora el fracaso de un complot que buscaba hacer estallar los edificios del Parlamento de Londres en 1605.Así, los fuegos artificiales simulan una explosión mortal que se evitó. De hecho, los fuegos artificiales se han vuelto muy famosos en muchas festividades, como en Año Nuevo, cuando se realizan estallidos de colores en el cielo por parte de muchos países; sin embargo, las exhibiciones más destacadas son las de Sídney y Dubái.Se ha documentado que la pirotecnia más grande que ha iluminado el cielo formó parte de un carnaval en Steamboat Springs en 2020, Colorado, Estados Unidos, según el libro de Récords Guinness, más de mil kilogramos de fuegos artificiales se elevaron más de un kilómetro en el aire antes de estallar, pintando de rojo el cielo nocturno.Así pues, los fuegos artificiales representan una síntesis ejemplar entre ciencia, historia y expresión cultural. Detrás de cada estallido luminoso en el cielo existe un conocimiento químico preciso que permite transformar reacciones energéticas controladas en colores, formas y ritmos capaces de generar asombro colectivo.Desde sus orígenes ancestrales en China hasta los espectáculos piromusicales contemporáneos asistidos por computadora, la pirotecnia ha evolucionado de manera notable, incorporando avances científicos y tecnológicos que amplían sus posibilidades estéticas y simbólicas.Así, más allá de su carácter festivo, los fuegos artificiales constituyen una manifestación tangible de cómo la química, aplicada con creatividad y rigor, puede convertirse en un lenguaje visual universal que conecta a las sociedades con su pasado, celebra acontecimientos significativos y transforma el cielo nocturno en un escenario donde la ciencia también se contempla y se disfruta.Si quieres saber más sobre el tema te recomiendo:Cohen, J. (2011, July 1). Fireworks' Vibrant History. http://www.history.com/news/fireworks-vibrant-historyCrosby, Alfred W. (2002), Throwing Fire: Projectile Technology Through History. Cambridge: Cambridge University Press. ISBN 0-521-79158-8. pp. 100-03. Fuentealba Castro, P. (2024). La química de los fuegos artificiales. https://uchile.cl/q224086Editores científicos: Dr. Iván D. Rojas-Montoya, Dra. Sandra M. Rojas-Montoya.HCM