El obispo de Lugo, monseñor Alfonso Carrasco Rouco, ha explicado en COPE Lugo como está trabajando nuestra Diócesis para afrontar los "tiempos de cambio y transformación" actuales, especialmente marcados por el reto demográfico en el mundo rural, donde cada vez vive menos gente y más mayor en las aldeas. La Iglesia busca adaptarse a esta realidad "respetando siempre el camino y las necesidades de la gente de las parroquias" con el fin de asegurar la pervivencia de las comunidades. El principal desafío es evitar que los vecinos se queden "solos o aislados en grupos muy pequeños". Por ello, la Diócesis está impulsando la creación de ‘comunidades vivas’ en el rural, donde los fieles puedan juntarse aunque no sea en la iglesia al lado de su casa. "Esa apuesta es una apuesta de futuro", ha señalado, convencido de que es la vía para que una persona "sepa que puede vivir cristianamente en la Iglesia, igual que si estuviera en una ciudad". El obispo ha vinculado directamente la conservación del patrimonio eclesiástico a la supervivencia de esas comunidades. "Los templos van unidos con las personas radicalmente", ha afirmado, porque mantener en buen estado los edificios se convierte en un "esfuerzo irreal" sin gente que los cuide y les dé vida. En este sentido, ha lanzado una advertencia sobre el futuro de las iglesias y capillas rurales: "Si la gente no tiene incentivo de corazón para atender a sus iglesias, ese patrimonio va a ser casi imposible de conservar". Por ello, también ha insistido en que "todo depende de que se mantenga viva una fe viva en el entorno rural". Carrasco Rouco también se ha referido al aumento de población en Lugo gracias a la inmigración, un fenómeno que "se nota mucho" en las parroquias. Ha asegurado que la Diócesis está "contenta" con la llegada de estas personas: "Hay mucha gente muy buena, que da gusto tenerla en nuestras comunidades parroquiales y que están colaborando y ayudando". A pesar de que su llegada supone una "cierta interpelación" a Cáritas por las necesidades y los problemas que a veces traen consigo, a causa de la ausencia de recursos, el obispo ha concluido sin dudar que merecen la pena los "esfuerzos considerables" que hace esa entidad, que es una "referencia" en la lucha por la justicia social, para facilitar su acogida e integración "Por supuesto, merece la pena", ha sentenciado. Finalmente, el obispo ha repasado las obras recientemente realizadas en la Catedral de Lugo, confirmando que los trabajos de impermeabilización de la cabecera están terminados, aunque los expertos "no se atreven" a garantizar una solución al 100 %. Como primicia, ha anunciado en COPE Lugo una nueva iniciativa para restaurar la capilla de la Virxe dos Ollos Grandes, patrona de la capital lucense, para la que se buscará la "participación de la gente".