Barcelona En Comú (BComú) se encamina hacia el primer proceso de primarias desde su fundación, hace ya una década, para escoger candidato a la alcaldía : presentarán sus credenciales al menos dos aspirantes en liza, Gerardo Pisarello y Bob Pop , que deberán contar con una pareja de baile que sea mujer . Este viernes, la formación nacida al calor del 15M, y que aupó a Ada Colau a la alcaldía , cierra una etapa para abrir otra: por un lado, la líder del grupo municipal, Janet Sanz, intervendrá en su último pleno; por otro, el partido oficializará la renovación de su Ejecutiva y aprobará el reglamento de las primarias, tras revisar recientemente su código ético y fijar que los cargos públicos puedan serlo durante 12 años consecutivos. Alcaldesa entre 2015 y 2023 y luego concejala de la oposición otro año, Colau se ha descartado como candidata porque quiere permanecer alejada de la primera línea política, aunque algunas voces de Comuns consultadas por EFE confían en acabar convenciéndola para que sí concurra a las próximas generales. La mayoría de la dirección del partido vería con buenos ojos que el alcaldable sea Gerardo Pisarello , que formó parte del Gobierno municipal en la primera legislatura de Colau y que desde entonces es diputado en el Congreso; pero en los últimos meses ha surgido un contendiente inesperado: el escritor Roberto Enríquez, conocido popularmente como Bob Pop. En las primarias se escogerá a una dupla , y no solo al cabeza de cartel, de modo que Pisarello y Bob Pop tendrán que presentarse junto a un número dos femenino. El resto de candidatos de la lista se nombrará a posteriori : hasta el número cinco, elegidos por el tándem vencedor; de ahí en adelante, mediante otro proceso de primarias. En el congreso de julio, Barcelona En Comú, ahora en la oposición en la capital catalana, apostó por ir más allá de sus siglas de cara a las próximas municipales, algo que está por ver si se concretará en una coalición electoral con otro partido -posibilidad de momento improbable, según diversas fuentes- o se limitará a la incorporación de perfiles de la sociedad civil hasta ahora ajenos a la formación. Doctor en Derecho, Pisarello está vinculado a Barcelona En Comú desde sus inicios y mantiene afinidad política y personal con Colau. Su difunta esposa, Vanesa Valiño, fue una de las mujeres fuertes de sus gobiernos municipales. Pisarello es firme defensor del "frenteamplismo", esto es, tejer alianzas entre las izquierdas por encima de siglas. Ejerce de puente con otras formaciones y no escatima elogios hacia dirigentes de Podemos, ERC o la CUP. Oficializará su paso adelante este sábado, según adelantó El Periódico , y por el momento ha guardado a buen recaudo el nombre de su número dos. Fuentes de su entorno han explicado a EFE que ha sondeado para su candidatura a personalidades sin carné del partido y busca rodearse de perfiles con experiencia en las instituciones, aunque no necesariamente con bagaje en el ayuntamiento. También está decidido a intentar ser alcaldable Bob Pop, escritor, guionista, activista LGTBI y habitual colaborador de medios de comunicación que en el pasado ha participado en actos de campaña de Colau, a quien siempre ha mostrado su apoyo. Ha organizado al menos dos encuentros de pequeño formato con militantes y el miércoles dejó claro que su proyecto va en serio: "Sé que no siempre es fácil salir del armario. No hablo solo del personal, sino del otro, el de atreverse a decir 'yo estoy' cuando la oficialidad presiona, cuando parece que ya hay un plan hecho sin ti. A mí no me da miedo: estoy acostumbrado a que no nos lo pongan fácil a los que llegamos para recordar que la ciudad es de todas", escribió a sus seguidores. Un dirigente de BComú admite, en conversación con EFE, que preferiría que hubiera un solo candidato de consenso , pero sostiene, buscando el lado positivo, que el movimiento de Bob Pop demuestra que el partido no se ha encerrado en sí mismo. El factor novedad es la baza que puede jugar Bob Pop, argumenta otro miembro de la Ejecutiva de Comuns, que advierte cierto nerviosismo en la dirección, consciente de que Pisarello lleva ya diez años en política institucional y eso es visto con recelo por una parte de las bases.