El Real Valladolid ha formalizado el cambio en su cúpula directiva en la Junta General de Accionistas celebrada este miércoles. En ella, se ha ratificado el nombramiento de Gabriel Solares y Enrique Uruñuela como copresidentes, junto a Ben Oldman —representado por Isaac Benzaquén— como nuevos miembros del consejo de administración. Este movimiento, aprobado por más del 85% de los accionistas, oficializa el final de la etapa de Ronaldo Nazário al frente del club. Durante la junta se han aprobado las cuentas anuales, que arrojan un resultado negativo de poco más de un millón de euros. Según explicó Gabriel Solares, este déficit se debe principalmente a "una disminución en el pago de derechos televisivos por un compromiso de LaLiga que no se ha cumplido en el mercado de Asia", asegurando que, sin ese imprevisto, el resultado habría sido prácticamente cero. De cara a la temporada 2025-26, el presupuesto global será de poco menos de 30 millones de euros, con una cifra de negocio de 15,4 millones, a los que se suman 11,8 millones de la ayuda al descenso. El límite de coste de plantilla aprobado por LaLiga supera los 12 millones. En cuanto a la deuda total, Solares admitió que asciende a algo más de 50 millones de euros, aunque matizó que incluye partidas "virtuales" como el préstamo participativo de CVC, que ronda los 28 millones. Uno de los temas centrales ha sido la reciente salida del entrenador Guillermo Almada. Enrique Uruñuela aseguró que, aunque estaban "a muerte con Guillermo y con el proyecto", fue el técnico quien tomó la decisión al no sentirse seguro de alcanzar los objetivos. "Creemos que al final salió bien para el Real Valladolid", afirmó el copresidente sobre el acuerdo de rescisión. La búsqueda de un sustituto ya está en marcha y se encuentra en su fase final. "Estamos con los últimos candidatos", confirmó Uruñuela, quien se mostró optimista por el potencial del equipo. "Esperamos tener el entrenador en los próximos días y comunicárselo a todos ustedes", añadió, destacando que el club cuenta con "un gran plantel que tiene para competir en los puestos altos de la liga". Los nuevos directivos también han justificado la controvertida incorporación del expolítico mexicano Enrique Alfaro al cuerpo técnico. Uruñuela defendió que puede aportar mucho en áreas como el "liderazgo" y el "control de crisis", mientras que Solares lo comparó con la práctica habitual de exfuncionarios que se convierten en asesores de grandes empresas por su "mucha capacidad y experiencia" acumulada. Ante las suspicacias sobre una posible conexión con el Grupo Pachuca, Uruñuela ha sido contundente: "Aclaramos tajantemente que el Grupo Pachuca no tiene ninguna relación directa o indirecta con el proyecto del Real Valladolid". Definió el vínculo como "una relación de amistad" sin intereses empresariales comunes, explicando que la negociación por Almada en su día se limitó a resolver su cláusula de salida del grupo mexicano. Finalmente, sobre el litigio pendiente con los accionistas minoritarios, los nuevos gestores han informado de que el proceso "sigue su curso jurídico" y que la nueva propiedad no forma parte de esa situación, ya que es anterior a su llegada. Un representante de los demandantes estuvo presente en la junta y participó con normalidad.