El peronismo, tan amante a las metamorfosis, hoy parece no encontrar el color ni la forma para adecuarse a los nuevos tiempos. Cualquier persona o referencia con algo que ver con el pasado inmediato tiene el peso de la estigmatización, con razones más que suficientes para ser tachado para el futuro. Desde el liberalismo menemista a la centro izquierda kirchnerista, nadie discute qué peronismo necesita este tiempo.