Agaete y Ezcaray destacan en el programa Best Tourism Villages por combinar patrimonio, naturaleza y vida local con un turismo responsable El pequeño pueblo de Castilla y León que albergó una escuela pionera y esconde un hayedo reconocido por la UNESCO En la edición 2025 del programa Best Tourism Villages de la Organización Mundial del Turismo (OMT) de Naciones Unidas, dos localidades españolas han sido destacadas entre los destinos rurales más sobresalientes a nivel internacional. La iniciativa busca identificar comunidades donde el turismo se desarrolla de forma sostenible, contribuyendo al bienestar local y evitando impactos negativos en la vida cotidiana de los residentes. Este año, de más de 270 candidaturas provenientes de 65 países, solo 52 localidades fueron reconocidas por cumplir con los criterios del programa. Entre ellas figuran Agaete, en Gran Canaria, y Ezcaray, en La Rioja. El programa promueve el turismo como herramienta de desarrollo rural, evaluando dimensiones sociales, económicas y culturales. Los criterios incluyen densidad de población, mantenimiento de actividades tradicionales, gobernanza comunitaria y sostenibilidad ambiental. Más allá de la promoción internacional, este reconocimiento refuerza la relación entre residentes y visitantes, asegurando que el turismo se integre con la vida diaria y con los recursos naturales y culturales disponibles. Tanto Agaete como Ezcaray cumplen con los requisitos de población y mantienen estructuras sociales y económicas vinculadas a prácticas tradicionales complementadas con actividades turísticas. Agaete: costa, naturaleza y agricultura centenaria Agaete se localiza en el noroeste de Gran Canaria, a menos de treinta minutos de la capital de la isla. El municipio combina entornos marinos y terrestres que lo caracterizan como destino turístico rural. Su litoral ofrece piscinas naturales y zonas de baño, mientras que el Puerto de las Nieves mantiene actividad pesquera tradicional, permitiendo la venta y consumo de pescado fresco directamente en la localidad. Agaete, Gran Canaria. El interior de Agaete está atravesado por un valle donde se cultiva café, único en Europa, con plantaciones que datan de hace más de dos siglos. Además de este cultivo, se encuentran fincas dedicadas a frutas tropicales y naranjos, que conviven con el parque natural de Tamadaba, un área protegida que conserva bosques de pino autóctono y acantilados, formando parte del Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2019. La actividad cultural también está presente en el municipio a través de celebraciones tradicionales que atraen a residentes y visitantes. La fiesta en honor a Nuestra Señora de las Nieves se realiza cada cinco de agosto y fue declarada de Interés Turístico Nacional en 1972. Asimismo, la Bajada de la Rama, que tiene lugar durante los meses de verano, concentra a miles de participantes, reflejando la continuidad de rituales que vinculan la vida comunitaria con el calendario festivo. Ezcaray: patrimonio histórico y entorno de montaña Ezcaray se encuentra en el oeste de La Rioja, en la parte alta del valle del río Oja, y cuenta con algo más de 2.000 habitantes. Su casco urbano conserva estructuras históricas que muestran la importancia económica de la villa en siglos pasados, como palacios, casas solariegas y soportales que servían para mantener la vida cotidiana durante el invierno. Entre los edificios más representativos destacan el Palacio del Arzobispo Barroeta, el Palacio Ángel y la casa de los Condes de Torremúzquiz. La localidad alberga bienes de interés cultural como la Real Fábrica de Paños de Santa Bárbara, fundada en 1752 y declarada Monumento en 1992, así como la iglesia de Santa María la Mayor, que combina elementos románicos y góticos, y la ermita de la Virgen de Allende. También se conservan monumentos menores, como el Crucero de San Lázaro, que datan del siglo XVI. La integración del patrimonio construido con la vida diaria del municipio permite a los visitantes conocer la historia de la villa sin alterar su funcionamiento habitual. El entorno natural que rodea a Ezcaray facilita actividades al aire libre, incluyendo senderismo, ciclismo y deportes de montaña. La proximidad a la Sierra de la Demanda y la existencia de una estación de esquí cercana completan la oferta de recursos naturales del municipio, mostrando un modelo en el que turismo y patrimonio ambiental se combinan para ofrecer experiencias diversas sin comprometer la sostenibilidad del territorio.