El sorteo de la Lotería de Navidad es una de las tradiciones más esperadas del año, un momento en el que millones de personas sueñan con ser agraciadas con 'El Gordo'. Este primer premio, dotado con 400.000 euros por décimo, puede suponer un cambio de vida radical, pero también el inicio de muchos problemas si no se gestiona correctamente. La primera sorpresa para el ganador llega de la mano de Hacienda, ya que de esa cifra hay que descontar el 20% de impuestos sobre la cantidad que excede los 40.000 euros exentos. De este modo, la cifra neta que se ingresa en el banco es de 328.000 euros. Para saber cómo actuar y no tomar decisiones equivocadas, la profesora y directora de la cátedra de emprendeduría y empresa familiar de la Universidad Abat Oliba CEU, Carmen Ruiz, ha detallado los pasos fundamentales a seguir. La primera recomendación de la experta ante una noticia de tal calibre es la discreción. "Lo primero sería un silencio sepulcral", afirma Ruiz. Mantener la calma y no anunciar la fortuna a los cuatro vientos es clave para evitar la aparición de falsos amigos, chantajes emocionales o incluso estafas. Antes de tomar cualquier decisión, el siguiente paso es fundamental: asegurar el décimo. "Es un documento al portador, el que lo tiene es el que cobra", recuerda. Por ello, aconseja hacerle una fotocopia o una fotografía y guardarlo en un lugar seguro, como una caja fuerte. Este simple gesto previene disgustos en caso de pérdida o robo del boleto original premiado. La situación se complica ligeramente cuando el décimo es compartido. En estos casos, la planificación es aún más importante. Carmen Ruiz subraya la necesidad de "poner por escrito todos los detalles de qué ha aportado cada uno y cómo se repartirá". Este acuerdo privado debe formalizarse antes de cobrar el premio, identificando en el banco a todos los participantes y su porcentaje de participación. De esta manera, la entidad bancaria podrá abonar a cada uno la parte que le corresponde y Hacienda aplicará la retención de impuestos de forma individual, evitando así problemas fiscales como una posible acusación por donación encubierta. Una vez asegurado el capital, la paciencia se convierte en el mejor aliado. La experta desaconseja por completo tomar decisiones en caliente. "No hay que precipitarse, hay que darse un permiso de al menos 30 días para pensar las cosas y planificar", señala. Este periodo de reflexión es vital para asimilar la nueva situación y no caer en gastos impulsivos, como comprarse un coche de alta gama sin haber evaluado el impacto real del premio. Además, es importante recordar que existe un plazo para efectuar el cobro: "Tienes tres meses para cobrar el premio", matiza Ruiz, por lo que no hay necesidad de correr a la sucursal bancaria al día siguiente. Uno de los datos más alarmantes que expone la profesora es que "el 70 % de las personas que han ganado un gran premio, al quinto año están igual o peor". ¿La razón? Una mala gestión derivada de decisiones impulsivas y un aumento del nivel de vida por encima de las posibilidades reales. Para evitar formar parte de esta estadística, la preparación es fundamental. Un premio de esta magnitud "te cambia la vida si estás preparado para ello", advierte Ruiz, quien añade que es fundamental no dejar el trabajo de forma inmediata y tomarse un tiempo para trazar un plan de futuro con la nueva realidad económica. Según la experta, "el dinero al final no cambia a quien eres", por lo que las decisiones deben centrarse en proteger el patrimonio, planificar el futuro e invertir de manera inteligente. La alegría desbordada puede transformarse rápidamente en una preocupación si no se actúa con cabeza. La precipitación en la toma de decisiones y las presiones externas pueden jugar en contra del afortunado ganador, llevándolo a una situación financiera incluso peor que la de partida en tan solo unos años, a pesar de haber recibido una importante suma de dinero. Para navegar en este nuevo mar de abundancia, es imprescindible rodearse de los profesionales adecuados. Carmen Ruiz considera esencial buscar ayuda experta, pero no cualquiera. "Lo que necesitarás es un abogado fiscalista y un asesor financiero independiente", recalca. La clave, según ella, es que sean personas de confianza que trabajen para el ganador y no para obtener comisiones por venderle productos financieros. Este equipo será el encargado de guiar al premiado en la creación de una estructura patrimonial sólida y en la toma de decisiones financieras complejas. Sin embargo, contar con asesores no exime al ganador de su propia responsabilidad. "Hay que formarse, hoy en día hay que tener criterio", insiste Ruiz. Adquirir unos conocimientos financieros básicos es crucial para poder entender las propuestas de los expertos, evaluarlas y, en última instancia, tomar las riendas de su propio futuro económico. Esta formación permitirá al afortunado tener una base para dialogar con su equipo y asegurarse de que las decisiones que se toman están alineadas con sus intereses y objetivos vitales a largo plazo. Finalmente, la estrategia financiera que propone la experta se basa en la sostenibilidad. Recomienda aplicar la conocida como "regla del 2-4 %", que consiste en gastar anualmente solo un pequeño porcentaje de la rentabilidad que genera el patrimonio invertido. Por ejemplo, con un premio neto de 3 millones de euros, se podría establecer un presupuesto anual de entre 60.000 y 120.000 euros. "Podrías vivir perfectamente con eso", explica. Este enfoque, combinado con la creación de una cartera de inversión diversificada y una estructura legal que incluya un testamento, es la mejor fórmula para que la alegría de 'El Gordo' perdure toda la vida y no se convierta en una pesadilla de cinco años.