La estética alternativa nunca se fue del todo. El rock, el punk, el metal, lo gótico o la cultura urbana siempre estuvieron ahí, latiendo en segundo plano. Pero algo está pasando: vuelve a notarse en la calle, en los conciertos, en redes y, sobre todo, en los lugares donde esta escena se vive a diario. Estudios de piercing y tiendas especializadas lo perciben con claridad.