Uno de cada cinco automovilistas utiliza su coche tras beber alcohol en Navidad

La Dirección General de Tráfico ha puesto en marcha una campaña especial de control que se desarrollará hasta el próximo domingo 21 de diciembre, periodo durante el cual los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y las policías locales realizarán más de 35.000 pruebas diarias de alcohol y drogas en todo tipo de vías y a cualquier hora del día. Esta campaña de vigilancia coincide con un periodo crítico de celebraciones prenavideñas, donde el consumo de sustancias sigue siendo una de las principales amenazas en las carreteras españolas. Los datos presentados por Cristóbal Cremades, jefe provincial de Tráfico de Madrid , resultan alarmantes al confirmar que el alcohol se mantiene como la segunda causa concurrente más frecuente en los siniestros mortales. Durante el año 2024, esta sustancia estuvo presente en el 28% de los accidentes con víctimas mortales, lo que representa un total de 273 casos y un incremento de 27 fallecidos respecto al ejercicio anterior. Según se desprende de la Memoria 2024 del Instituto Nacional de Toxicología, el 48,2% de los conductores fallecidos en carretera dieron positivo en alcohol, drogas o psicofármacos , destacando que el 34% de los fallecidos dio positivo específicamente en alcohol y que un 23% registraba incluso una tasa delictiva superior a 1,2 g/l en sangre. Además, el 22% de los positivos presentaba un cuadro de policonsumo al haber combinado el alcohol con otras drogas o fármacos. A pesar de estas cifras y del esfuerzo en concienciación, los hábitos de los conductores durante la Navidad muestran una brecha peligrosa entre la percepción y la realidad. En 2025 se cumplieron 40 años de la icónica campaña de la Dirección General de Tráfico (DGT) que, con el famoso eslogan «Si bebes, no conduzcas», contó con la participación desinteresada del cantante estadounidense Stevie Wonder. A la campaña, que quedó en el imaginario colectivo, le siguió una intensa labor de concienciación por parte de la Administración que continúa hoy en día. Sin embargo, analizando los datos oficiales y testando los hábitos de los conductores españoles durante las fiestas, parece que aún queda un largo camino por recorrer. Uno de cada cinco automovilistas (19%) reconoce que utiliza su vehículo tras beber alcohol durante las fiestas de Navidad, lo que equivale a 5,2 millones de conductores. El momento más crítico en estas fechas son las cenas de empresa (el 45% de los que consumieron alcohol y luego condujeron lo hicieron en estos eventos), Fin de Año (37%) y Nochebuena (37%). Además, la mayoría parece no ser consciente del riesgo que ello implica, ya que al 57% de los conductores que bebieron y usaron después su coche no les pareció peligroso y «no percibieron riesgos distintos a los habituales». El momento preferido para consumir alcohol en las comidas de empresa es durante la propia cena (61%), seguido del aperitivo que precede a esos encuentros (48%) y, en tercer lugar, en un momento posterior (26%), en el que se suelen elegir combinados. Además, el 22% de los conductores que consumen alcohol lo hacen en dos de estos momentos y alrededor del 7% en los tres. Por tipo de bebida, las más habituales suelen ser cerveza, vino o similar y, en menor, medida, copas o combinados. Y más peligroso: el 7% de los que optaron por esta última opción reconocen haber consumido más de tres copas. Estas son algunas de las principales conclusiones de una encuesta a 1.700 conductores enmarcada en la campaña de concienciación «En Navidad, conducción responsable», de la Fundación Línea Directa. El objetivo de la acción es concienciar a la ciudadanía sobre la necesidad de mantener hábitos responsables sobre el alcohol en la conducción en estas fechas, especialmente proclives al ocio y la movilidad. Ante esta situación, la DGT insiste en que la única tasa segura es la de 0,0% , recordando que actualmente el Congreso de los Diputados tramita una Proposición de Ley para reducir la tasa máxima permitida a 0,10 mg/l en aire espirado para todos los conductores. Este modelo, ya implantado en países como Suecia y Noruega, permitió reducir significativamente los siniestros con víctimas y los accidentes mortales . Asimismo, las autoridades recuerdan que la tasa 0,0% ya es de obligado cumplimiento para todos los conductores menores de edad en España tras la última reforma de la Ley de Tráfico. El comportamiento al volante tampoco es uniforme en la geografía española, registrándose los mayores porcentajes de conductores que admiten beber y conducir en Cantabria, la Comunidad Valenciana y Baleares, mientras que Castilla y León y La Rioja presentan las cifras más bajas del país. La eficacia de la vigilancia queda demostrada por el hecho de que el 65% de los conductores admite que no utiliza el coche tras haber bebido por miedo a las sanciones o a sufrir un accidente, reafirmando que estas campañas de control intensivo son fundamentales para salvar vidas en las carreteras.