La caída de un árbol de caucho de más de 50 años sobre una camioneta en plena vía pública de Miraflores dejó dos heridos y generó un debate sobre la responsabilidad de las autoridades. Mientras la municipalidad atribuye el incidente a una filtración subterránea de agua potable, Sedapal no fue notificada a tiempo. El suceso ha puesto en evidencia los riesgos de mantenimiento urbano y las posibles conexiones clandestinas que debilitan la seguridad en espacios públicos.