Vila-real y Vilanova i la Geltrú reviven su hermandad en la tumba del rey que las fundó

Vila-real y Vilanova i la Geltrú volverán a estrechar sus vínculos este sábado con la reafirmación oficial de su hermanamiento, que tendrá lugar en el Monasterio de Poblet. El acto institucional, cargado de simbolismo histórico, se produce 40 años después de la firma original y conmemora los orígenes comunes de ambas localidades, ligadas al rey Jaime I, quien les concedió la Carta Pobla en 1274. El origen de esta relación fraternal se remonta a hace casi 750 años. "El motivo no es otro que esa afinidad de ser las dos únicas ciudades creadas por el rey don Jaime", explica Jacinto Heredia, historiador y concejal de Vila-real en la época del primer acuerdo. Ambas son consideradas "hijas" del monarca al ser fundaciones de nueva planta, a diferencia de otras ciudades que eran de conquista. Heredia recuerda que el primer contacto partió de Vilanova, aunque no fue hasta el segundo intento que la corporación municipal de Vila-real se mostró "más receptiva". La relación culminó con la firma del hermanamiento en 1984 "delante de la tumba del rey don Jaime, en el Monestir de Poblet, por eso se va allí", señala el historiador. Aquel acto contó con la presencia de los alcaldes de ambas ciudades y del entonces abad como testigos. Tras un período inicial de intensa actividad con intercambios culturales, deportivos y exposiciones, la relación "parece que se durmió", admite Heredia. Ahora, un "nuevo estímulo" ha motivado la reactivación del vínculo. "Los hermanamientos entre ciudades siempre son positivos, no porque se vaya a sacar ningún beneficio de ello, sino porque es una manera de abrir las puertas de la ciudad, compartir problemas y soluciones y de conocernos en general", ha defendido el exconcejal. En su momento, el acuerdo se enmarcó en un contexto más amplio: el del plan de hermanamiento entre ciudades europeas. Según Heredia, la idea era que "esa Europa que estaba naciendo, que estaba creciendo ya hace 40 años, que no fuera solamente económica (...) sino que fuera de los ciudadanos también, que nos conociéramos unos a otros". El evento de este sábado ha sido organizado por los ayuntamientos para marcar el inicio de una nueva etapa de colaboración. Contará con la firma de los alcaldes y la presencia, como testigos, del actual abad del monasterio, el vila-realense Rafael Barrué. Además, el historiador Vicent Gil contextualizará los vínculos entre las dos poblaciones. Para facilitar la asistencia de la ciudadanía, se han contratado autobuses desde ambas localidades. La jornada se complementará con las actuaciones del Grup de dolçainers i tabaleters El Trull de Vila-real y la Muixeranga de Vilanova i la Geltrú, símbolos de la tradición y cultura popular de cada municipio, con el objetivo de que la ratificación tenga un carácter abierto y participativo.